sábado, 24 de agosto de 2019

Reseña especial: Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

¡Hola de nuevo, lectores! Por aquí me tenéis, una vez más, con la reseña especial del 20 aniversario de la publicación de “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” (o en original “Harry Potter and the prisoner of Azkaban) que os había prometido. ¡Comencemos pues, con esta mágica entrada!

Nota: Si queréis leer las reseñas de los libros anteriores pincha en reseña de Harry Potter y la piedra filosofal o/y en reseña de Harry Potter y la cámara secreta.

Esta vez he cogido la versión de Gryffindor, así para el siguiente tenemos la de Hufflepuf en honor a Cedric Diggory.

He de decir que a mí este libro es el que más me gusta de la saga con diferencia (al parecer es un sentimiento bastante popular), y no es porque se introduzcan nuevos personajes importantes, o porque la trama se vuelva más seria (que también), sino porque es un sin dios de historia la que se desenvuelve en este año. Pero bueno, como siempre os digo, voy a empezar por el principio para entendáis de qué estoy hablando.

Es el tercer año que Harry Potter va a empezar en Hogwarts y no puede estar más ansioso por volver, ya que sus familiares, como ya sabemos por las reseñas anteriores, son como enviados de satanás y le hacen la vida imposible en casa (con lo cómodo que sería para todos el tener al menos una relación cordial y más cuando Harry solo pasa 2 meses del año allí).

Las penurias de Harry vol.300.000.

El hecho es que un día, viene la hermana de su tío a cenar, y como lleva la misma sangre que ese hombre pues se pone a insultar a Harry y a sus padres porque sí, porque le dio por ahí, básicamente. Como quien habla de futbol en la mesa, pues esta mujer igual con estos temas, que la cuestión es que la conversación sea fluida en estas comidas especiales.

Con esta tensión flotando en el ambiente, y sabiendo que no hay un año en que Harry se marche con normalidad de esa casa, ya nos podemos imaginar que se va a liar en unos segundos. Y bueno, vaya si se lía. Harry contesta a su tía, como es lógico y normal, y la convierte literalmente en un globo que sobrevuela todo Londres.

Con esto, cual drama adolescente, Harry prepara su baúl, coge su lechuza, y se va en mitad de la noche.

El chico, sin saber muy bien a donde ir, deambula un poco por las calles, cruzándose con un perrazo “peculiar”, y encontrando al fin un autobús mágico (los cuales conducen tan temerariamente como los nuestros, todo hay que decirlo) que lo lleva hasta la posada del caldero chorreante. Allí se encuentran con los del ministerio de magia que le dicen que ya han deshecho el encantamiento de su tía y, aunque tenga prohibido usar la magia, que queda todo olvidado.

Los que vamos en transporte público reconocemos el temor diario que infunden los autobuseros.

UN MOMENTO, MARI CARMEN. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ Y POR QUÉ ESTOS SEÑORES ESTÁN SIENDO TAN AMABLES? Pues fácil. Porque hay un asesino en serie que se ha escapado de Azkaban y anda suelto por ahí BUSCANDO A HARRY.

HE AQUÍ LA PRIMERA DESGRACIA DEL AÑO. Resulta que este hombre se llama Sirius Black y básicamente se le acusa de ser un mortífago que mató a un montonazo de muggles, a uno de sus mejores amigos al intentar detenerlo (solo encontraron un dedo suyo), y fue él quien le dijo a Voldemort donde se encontraba el escondite de los Potter para que este los matase (también eran muy amigos de él, vamos que los traicionó). La cuestión es que, como Harry sobrevivió y Voldemort se fue por su culpa, se quiere vengar cargándose a Harry. Como estaba preso todos estaban tranquilos pero como ahora se ha escapado andan un poco nerviosillos con el tema. De ahí la amabilidad del ministerio de magia hacia Harry.

Ponemos un cartelito de "se busca" y nuestro trabajo está hecho. Que se ocupen los ciudadanos de buscarlo.

Para aquellos que no conocen la novela os explico que Azkaban es el Alcatraz de los magos. Es decir, una cárcel de máxima seguridad, puesta en un lugar recóndito que está encima, custodiada por “dementores” que son unos seres mágicos que se alimentan de tus buenos pensamientos dejándote sumido en los malos para siempre. Además pueden darte el beso del dementor que básicamente significa que te comen el alma.

Cuento esto porque lo que sigue fue tan que así “pero no pasa nada porque Hogwarts es un lugar muy seguro (¡JA!) y allí estarás a salvo. Además HAN ENVIDADO A DEMENTORES A PROTEGER EL COLEGIO así que no habrá nada que temer".

Vamos a ver. VAMOS-A-VER. Que ni han empezado las clases y ya estamos con estos berenjenales. Este sería el momento perfecto para tener a Harry oculto en un lugar y suspender las clases en pos de dar seguridad al resto de chicos, PERO NO, de eso nada. Todos al tren que ya estáis tardando en llegar al objetivo que el enemigo tiene fijado.

Aquí están ellos protegiendo Hogwarts. Ya si de paso les cae algún alumno para la cena mejor.

Y para allá que se fueron. Hermione con su nuevo gato llamado Crookshanks y Ron con su rata heredada de su hermano, Scabbers.

Los tres se suben al tren y el único hueco libre es al lado de un señor que parece un poco vagabundo y se pasa durmiendo todo el viaje (a lo que yo ya estaba pensando si sería Black pero parece que los chicos son unos osados porque en todo el viaje ni miraron para él).

Pasan las horas y, llegando casi final del trayecto, el tren se para, se pone todo oscuro y aparece un espectro vestido de negro que parece la muerte. Harry entonces empieza a oír voces en su cabeza y se desmaya. Menos mal que el adulto harapiento echa de ahí al bicho ese y le da chocolate a Harry para que se recupere.

Este señor, que al parecer trata las incidencias como si te hubiera dado un bajón de azúcar, es Remus Lupin, amigo de los padres de Harry, y el nuevo profesor de la asignatura maldita “defensa contra las artes oscuras”.

Estoy de acuerdo con él. Un poco de chocolate lo arregla todo. O al menos ayuda bastante.

Lupin se presenta y les comenta a los niños que eso era un dementor y que estaban buscando a Sirius Black. Esto es algo que a mí siempre me ha llamado la atención porque ya estaban llegando por lo que si Black estuviera dentro seguramente Harry ya estaría cadáver, pero bueno, dejando temas de seguridad a parte, hay que destacar que la reacción de Harry al ver el dementor fue mucho más grave que la de los demás debido a su vida de penurias, así que, como bien pasaría en cualquier colegio, algunos de sus compañeros se ríen de su debilidad durante todo el año.

Con todo esto a cuestas Harry comienza el curso escolar e increíblemente todo va “normal”.

Hermione tiene un giratiempo que le permite ir a más clases de las necesarias (esta mujer me representa muchísimo en cuanto a meterse en jardines enormes en el tema estudiantil) a lo que muchos se han preguntado por qué no utilizan este objeto para ir atrás en el tiempo y derrotar a Voldemort antes de que a nadie le pasase nada. La respuesta a esto es simple. Porque entonces no habría libros que vender.

Chicos, recordad que solo podéis ir hacia atrás en el tiempo unas horas que si no nos quedamos sin saga.

Por otra parte, el profesor Lupin se enferma de vez en cuando. Un bicho de Hagridataca” a Malfoy y el padre de este lo quiere eliminar. El asesino SE VA ACERCANDO AL COLEGIO y todos lo leen con expectación en el periódico. Y por último, Harry casi se parte la crisma por caerse de la escoba en un partido de quidditch porque un dementor se le acercó y se desmayó a metros del suelo en pleno vuelo. Vamos, lo habitual a lo que ya nos tienen acostumbrados.

El verdadero drama llega cuando Harry quiere visitar Hotsmade (el pueblo de al lado donde los chicos pueden ir a pasar el rato de vez en cuando) pero no le dejan. Pensaréis que es debido al peligro que implica que el chico salga del castillo, pero nada de eso, simplemente le frenan porque no tiene la autorización pertinente de un familiar (adoro este colegio). Es entonces que, como buen adolescente, se escapa con la ayuda de los hermanos de Ron, que le dan un mapa encantado del colegio, que te indica la localización de las salidas y de la gente que está en Hogwarts.

Aquí tenemos la joya de la corona para los escapistas como Harry.

Gracias a esto Harry se va con sus amigos, pero al ver que unos adultos hablan del tema de Black, los espía con su capa de invisibilidad y se entera de que Sirius Black ES SU PADRINO.

¿QUÉ ES SU PADRINO?

Mira, apaga y vámonos. Que tremendo todo. Harry parece que tienes una diana en el pecho, chico. Qué vida tan melodramática la tuya. Lo mejor es que eso no es todo. Cuando llegan del pueblo se encuentran con que SIRIUS BLACK A ESTADO DENTRO DEL CASTILLO, Y, LO QUE AÚN ES PEOR, HA ATACADO LA PUERTA QUE LLEVA A LOS DORMITORIOS DE LA CASA DE HARRY.

Ya aquí todos miramos hacia Dumbledore, el director del colegio, PARA VER SI HACE ALGO, pero él, con su pachorra habitual, los manda a todos al comedor a dormir mientras los profesores buscan por el castillo a Black pero no encuentran nada. Es ahí cuando los mandan a cada uno de vuelta a su cama y aquí no ha pasado nada.

A estas alturas no se de que nos sorprendemos.

Eso es lo que pasa prácticamente durante todo el curso. Para no alargarme tanto diré que al final consiguen enterarse de todo y solucionar la situación sin que perezca nadie en el intento. Cosa que me parece un verdadero MILAGRO dado la locura de año que ha tenido.

Así que ya sabéis, lectores. Si os interesa el mundo de Harry Potter y aún no os habéis puesto con este libro, os lo recomiendo encarecidamente porque no tiene desperdicio.

Yo por mi parte seguiré con mis lecturas para traer nuevas reseñas.

Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.

domingo, 18 de agosto de 2019

Reseña: Gyo de Junji Ito (Sin spoilers).

¡Hola de nuevo, lectores! Una vez más por aquí me tenéis con una de mis últimas lecturas. En esta ocasión os traigo “Gyo”, del célebre autor Junji Ito, al que le he puesto 3 estrellas en Goodreads. Si queréis saber el motivo de esta calificación poneos cómodos porque ¡empezamos!



(Nota: Sé que tengo pendiente la reseña de "Harry Potter y el prisionero de Azcaban", junto con "It", pero mis horarios diarios me comen mucho tiempo así que os los iré trayendo algo más espaciados que de costumbre. Por ahora disfrutad de la reseña de Gyo que no tiene desperdicio.)


Todo empezó en una librería (como de costumbre). Yo estaba buscando otra novela gráfica titulada “Buenas noches, Punpun” del conocido Inio Asano (tenéis la reseña de Reiraku, otra de sus obras, aquí), cuando me encontré con Gyo delante de mis narices. Fue entonces cuando decidí dejar Punpun para otra ocasión y comprarme el volumen de Ito para darle una oportunidad. Lo que no me imaginaba es que tampoco me daría mucho más.

Como toda obra de Ito así me ha dejado el tomo de Gyo después de leerlo.

Como bien sabéis los que ya sois veteranos por estos lares (y a los que no ya os lo cuento ahora mismo), llevo leídos algunos mangas de Ito (de Uzumaki, y Aula demoniaca ya tenéis la reseña). Por lo que pensaba que ya tenía pillado el estilo de este hombre, pero me equivocaba. Gyo es completamente diferente de lo que he leído de su obra hasta la fecha. Pero, como siempre os digo, no adelantemos acontecimientos. Empecemos contando su historia.

Gyo trata de una pareja, llamados Kaori y Tadashi, los cuales estaban de vacaciones en Okinawa cuando, de repente, observan que los peces comienzan a salir rápidamente del mar gracias a unas patas mecánicas que tienen adosadas al cuerpo.

Estos, que pueden ser de cualquier tipo incluso tiburones con todo lo que esto conlleva, tienen un horrible olor putrefacto. Al parecer están infectados con una bacteria que hace que se hinchen y expulsen gases regularmente, así que os podéis imaginar el panorama al tenerlos a todos caminando por la tierra junto con el hecho de que este germen también puede afectar a los humanos.

El tiburón todo majo andando tranquilamente por la calle.

Con todo esto nuestros protagonistas consiguen escapar de allí y volver a Tokio, pero de poco les sirve ya que esta plaga va invadiendo todo Japón con las terribles consecuencias de este acto tan repulsivo.

Ya de por sí los peces dan grima pero la cosa se vuelve mucho peor según avanzan las páginas.

Tadashi, viendo el panorama, e intentando ayudar a apaliar este problema debido a que Kaori lo está pasando fatal a causa de los olores (es muy sensible olfativamente), va a ver a su tío, el cual es científico, para intentar hacer algo ante este futuro negro que se les avecina.

El maravilloso ejemplar que le lleva a su tío.

Es ahí cuando la situación entra en su verdadero apogeo. El camino hacia el desenlace no os lo voy a destripar, pero bueno, a estas alturas ya sabéis como es Ito, va a profundizarnos en el problema progresivamente hasta que se convierta en una absoluta catástrofe.

Por lo general diré que Gyo me ha gustado, aunque no tanto como el resto de obras que he leído del autor.

Esta es más escatológica y simple que otras novelas suyas. Lo cual no tiene porqué ser negativo, es más, entiendo que haya gente a la que le guste esta clase de enfoque. Simplemente para mí no es tan atractivo. De ahí las 3 estrellas.

Esto no es de lo peor que os podéis encontrar en Gyo.

Su dibujo, por otra parte, sigue siendo excelente. Los personajes son ambos muy repelentes, aunque esto queda relevado a un plano secundario dado que tienen una dinámica muy fluida durante toda la trama.

Me estoy esforzando por no poner las imágenes más impactantes. Espero que con estas de muestra os hagáis una idea de que clase de dibujo tiene.

En general, mi crítica es bastante subjetiva. Gyo en sí, no tiene nada objetivo que eche para atrás a la hora de leerlo, por lo que os invito a que, tanto si os gusta el autor, como el género, o ambos, le deis una oportunidad para crearos vuestra propia opinión. Yo por mi parte me despido hasta la próxima entrada.

Sed buenos, leed mucho, y si veis algún pez salir del agua disparado echad a correr sin mirar atrás.

Con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.