viernes, 27 de julio de 2018

Reseña: "El exorcista” de William Peter Blatty. (Novela)

¡Hola de nuevo lectores! ¡Cuánto tiempo! Pensaríais que me había pasado algo, o que había abandonado esto para siempre, pero simplemente fue que las oposiciones ocuparon gran parte de mi vida hasta ahora. Siento mucho la demora, pero os prometo que de ahora en adelante, estaré más activa por aquí trayéndoos jugosos análisis, y novedades, tanto mías como generales del mundo editorial. Así que sin más dilación ¡empecemos!



Como habéis podido comprobar en el título, hoy os traigo “El exorcista” de William Peter Blatty. Este es, sin duda, uno de los clásicos del terror más impactantes de todos los tiempos, el cual seguramente conoceréis por su aclamada película (también tiene una serie de televisión menos famosa) firmada con el mismo nombre. Yo, fan total de ella, llevaba mucho tiempo queriendo leer su libro, sobre todo después de que me lo recomendasen encarecidamente, por lo cual este año me decidí a darle una oportunidad, y puedo afirmar que ¡me ha encantado! Bueno, no quiero adelantar acontecimientos. Finalizaré este párrafo diciendo que le he puesto unas 5 estrellazas en Goodreads, ahora os contaré el porqué de esta notaza, pero antes, comentemos un poco el argumento de esta fantástica novela.


Por si sois algún ser venido de otro mundo, o habéis vivido ajenos a todo aquello que rodea al exocista, y no sabéis de qué va esta obra, yo os la explico en un minuto.

Esta trama está basada en una historia real sobre un niño de 10 años aficionado a la Ouija. En la invención, para relatar los hechos acontecidos, cambiaron bastante la estructura social para alejarlo de este caso.

En la ficción resulta que Chris MacNeil, una actriz de cine bastante conocida, se muda a Washington D.C. con su hija Regan, y un séquito de personas que trabajan para ella (institutriz, ama de llaves, y jardinero) para poder rodar una película en los alrededores. Esta mujer está separada (porque como ya sabemos por experiencia en esta clase de relatos, cuanto menos apoyo emocional tengan los personajes mejor) y mantiene una relación más o menos cordial con su ex marido, en pos de Regan, al que solo conocemos por alguna llamada telefónica.

A pesar de este entorno un tanto disfuncional, nuestra protagonista, Regan lleva una vida normal en su nuevo hogar. De entrada nos la describen como una niña muy dulce y buena (no podría ser de otra manera, ya que si llega a ser ella un bicho malo a ver como se manifiesta el demonio para avisarnos de su presencia), nadie parece tener queja de ella hasta que se encuentra con una Ouija y todo su ser comienza a cambiar.

Sí, la hay hasta en rosa.

Al principio, como es de esperar, la cosa va poco a poco, la ven hablando sola y al preguntarle dice que está hablando con su amigo “el capitán Howdy”, el cual ha conocido jugando con el tablero que ha encontrado abandonado en el sótano. Esto inquieta un poco a los habitantes de la casa, pero pensando que es un amigo imaginario lo dejan pasar.

En este punto los entusiastas de la historia suelen decir cosas como “con eso ya deberían haberlo visto venir”, “yo ya me hubiera olido algo raro”, etc., pero yo rompo una lanza a favor de los personajes, diciendo que hubiera hecho lo mismo. Que mucha tontería con la Ouija pero no podemos olvidarnos de que es un producto distribuido por Mattel, y vendido en jugueterías. Tampoco es para echarse las manos a la cabeza porque a la muchacha le vuele un poco la imaginación.

Eso sí, si me llega a pasar a mí hubiese pringado como la que más, pues esto es solo el comienzo, lo que viene a continuación es lo que realmente pone los pelos de punta. Veréis, después de que el capitán Howdy entrase en nuestras vidas, Regan comienza a aprender hábitos un poco groseros, (insulta de vez en cuando, anda malumorada, dice cosas que no tienen mucho sentido como “no he podido dormir porque mi cama no para de moverse”, etc.). Por lo que su santa madre, después de hablar con el resto de residentes por si estos le habían enseñado algún mal modal de los que practicaba, decidió llevarla al médico (porque claro, no puede ser que la niña se haya vuelto un poco cargante, para nada, que es ella todo un ángel en sí).

La reacción de todos al ver el comportamiento de Regan.

Como ya sabéis como es la sanidad no me demoro mucho en esta parte, que si teorías por aquí, que si mil pruebas por allá, que si su hija me dijo esto, que si la madre protectora dice que imposible, que su Regan no es así, y más derivados del asunto. Mientras tanto, Regan sigue empeorando, comienza a andar extraño (por decirlo de alguna manera) a tener ataques de ira, a no controlar los esfínteres, a dar algún que otro espectáculo delante de los invitados de su madre, y en definitiva, a dejarnos a todos espantados con su “extraño” comportamiento. Con esto, no les queda más remedio que dejarla en cama, vigilarla, y darse cuenta de que, cosas como lo de que la cama se mueve sola, era literalmente verdad.

A estas alturas, y ya desesperados porque los resultados médicos no dicen nada concluyente, la madre, atea de toda la vida, acaba acudiendo al padre Damien Karras, un joven sacerdote especialista en psiquiatría, con una vida algo oscura, y unas dudas recurrentes de fe muy dramáticas, al estilo losing my religión. Este, al enterarse del caso de la niña, acepta verla, y después de muchos pensamientos, idas, y venidas nos suelta algo que no nos pilla de sorpresa, “hay un ser maligno dentro de Regan”.

Nosotros por supuesto, a estas alturas ya estábamos tal que así.

Y bueno, después de tal afirmación se disponen a realizarle un exorcismo, pero aquí ya no entro que es tan sublime todo que es mejor que lo leáis por vosotros mismos. Solo me queda decir que si bien la película y el libro se parecen bastante, a mi juicio, el libro le da un toque más de realismo, dado que se centra más en el ámbito psiquiátrico del padre Karras que en su fe. Por eso, y teniendo en cuenta que me ha parecido un escrito sublime (cosa de las que pecan muchas historias de terror) no podía darle menos de la máxima puntuación. Si os animáis a leerlo, veréis de lo que hablo. Merece la pena de principio a fin sin ningún atisbo de duda.

Esto es todo por hoy. Tengo varias lecturas realizadas así que no os puedo decir cuál será la siguiente, pero estad atentos pues estará pronto a vuestra disposición.

Como siempre, sed buenos y leed mucho.

Se despide de vosotros.

La bibliotecaria de Dunwich