miércoles, 26 de julio de 2017

Reseña: Five nights at Freddy´s: los ojos de plata, de Scott Cawthon y Kira Breed- Wrisley

¡Hola de nuevo lectores! Aquí estoy un día más para traeros una novedad literaria que muchos estabais esperando. Se trata ni más ni menos que de “Five nights at Freddy´s: Los ojos de plata” escrito por Scott Cawthon y Kira Breed- Wrisley, al que le he dado tan solo 2 estrellas en goodreads. Si quieres saber el motivo por el que no me ha entusiasmado sigue leyendo porque ¡empezamos!


Para aquellos que no conozcan la saga de “Five nights at Freddy´s” os diré que está basada en una serie de videojuegos muy populares, los cuales llevan el mismo nombre (por una vez el libro está basado en el videojuego, y no al revés). El caso es que con el boom que ha generado la trama original, se les ha ocurrido sacar una saga con una historia parecida, además de una película que aún no ha salido, y merchandising* a granel, etc. Vamos, que se están lucrando bastante bien acerca de todo esto. Yo la verdad es que no conozco los juegos como tal, solo de oídas, así que quiero resaltar a partir de ya, para que no haya ningún malentendido, que este análisis solo tratará únicamente del primer volumen de la colección.

Bien, pues teniendo esto en cuenta comenzaré por el jugoso argumento. Five nights at Freddy´s (o FNAF para abreviar) cuenta la vida de unos ocho amigos de la infancia que se separan a la tierna edad de 7 años (a partir de aquí quiero que tengáis en cuenta la edad para entender mejor las críticas posteriores), debido a que uno de ellos, Michael, desapareció junto con otros niños, en el restaurante del padre de una de las chicas del grupo. Por lo que los padres de las criaturas cogieron a sus churumbeles, y se largaron del pueblo (lógico), quedándose solo uno en el lugar.

Al crecer, estos muchachos prácticamente casi pierden el contacto entre ellos (alguna cartita que se mandan pero vamos, poca cosa más) y acaban reuniéndose 10 años más tarde en el pueblo porque los padres de Michael crean una beca de estudios con el nombre de su hijo, y van a ir a la presentación.


Antes de seguir con la explicación permitidme que os explique a grandes rasgos quienes son estos personajes:

Por un lado, tenemos a la que podemos considerar la más protagonista de todos, llamada Charlie (o Charlotte), que era la hija del dueño del freddy's fazbear pizza (el lugar donde suceden las desapariciones). Esta es una chica melancólica, un poco ida, que no para de llorar, y de marear a su buen amigo John, del que hablaremos en el siguiente párrafo.

John: Pues este muchacho es el clásico niño perchero, que solo sabemos de él que escribe un poco, y que de pequeño iba sucio todo el día. De lo demás poco podemos decir de él. Sabemos que antes tenía un rollo raro con Charlie, y ahora, al verse de nuevo, parece que se ha reavivado la cosa (¿tengo que recordaros lo de los 7 años, o ya vais pillando por donde va la cosa?). Por ello, a lo único que se dedica en todo el libro es a seguir a Charlie a donde se le antoja en ese momento, y a mirarla con cara de pena, mientras la muchacha se desborda con su melancolía general.

Luego está Marla que es la típica que no te quitas de encima ni con agua caliente. Es la que escribe a todos para mantener el contacto, es alegre e intensita como ella sola. Te la describen como una chica gordita (para aumentar más los estereotipos que ya se notan a kilómetros) y viene con su hermano Jason que tiene 12 años pero como nos lo muestran como si tuviera 5 pues poco podemos decir de él, más que sobra como si no hubiera un mañana, y que solo está ahí para darle una conveniencia argumental al final, y algún que otro drama innecesario de por medio.

En el grupo, también está Lamar que solo te dicen que es listo y que parece sentir algo por Marla (aunque de él no se ha visto ningún gesto que lo demuestre), y Carlton que es el payaso del grupo, el cual fue el único que se quedó en el pueblo. Por último tenemos a Jessica, que para dar el coletazo final, sabemos que ahora vive en Nueva York (se encargan mucho en repetírtelo con frases que sobran totalmente como cuando le preguntan que si sabe conducir y ella responde con un “por supuesto, los de Nueva York también sabemos conducir” muy bien guapetona pero con un simple “sí” nos bastaba). Esto de ubicarla tanto es porque es la guapa y elegante del grupo, y todos sabemos que en NY está prohibido vestir de chándal, sobre todo si vienes de Queens como ella (nótese la ironía).


Bueno, pues este grupito de adolescentes tan “originales”, se reúnen como ya he dicho, 10 años después en el pueblo donde en lo único que pueden pensar es en volver al lugar de las desapariciones (porque sí, para curiosear), y como era de esperar lo hacen DE NOCHE. En fin, en esta parte cabe resaltar que el restaurante es de estos típicos americanos que tiene robots gigantes tipo furbies que te hacen alguna chorradilla como bailar, cantar, etc. por lo que inquietan bastante verlos tan desgastados en el abandono con la penumbra que reina en el lugar. Los chicos al verlos, empiezan a utilizar los mandos para moverlos y demás, y bueno, no os cuento nada más, pero para que os hagáis una idea, pasan allí 5 noches (como bien nos indica el título), y se llevan más de una sorpresa desagradable por el camino (soy consciente de que este argumento es bastante atractivo ¡PERO NO! ¡QUE NO OS ENGAÑEN COMO A MÍ! ¡HUID DE ESTA HISTORIA INSENSATOS!)


Puestos ya en situación, empezaré con las críticas. Principalmente, si le he dado una puntuación que no llega al aprobado (ya había explicado en otra reseña que para mí que una novela que llegue a dos estrellas significa que no es bueno), es por el hecho de que, aunque tiene una trama bastante atractiva ya de base para llevarla a la lectura, en mi opinión, los autores no han hecho nada al derechas.

El relato se contradice solo, se dice que un personaje estaba aquí y luego te lo metan en otro lado como si nada (como yo pensaba mientras lo leía “Ya se han vuelto a teletransportar otra vez”), luego hay alguien que ni si quiera conoció el Freddy's fazbear pizza, pero luego la protagonista te dice que estuvo allí con él para la conveniencia argumental del momento, dando a entender que el texto no fue ni revisado (porque si es así, menuda errata más gorda se les ha colado), y por último el ¿POR QUÉ? enorme que te preguntas cada vez que surge algún tipo de acto/conversación forzada para que las cosas fluyan en un estado intriga falsa en todo momento, como por ejemplo que quieran volver porque sí al freddy's fazbear pizza, cuando ya habían ido la noche anterior sin incidente alguno, que se vayan de los lugares cuando ya no hay ni un motivo por el que pensar si quiera en irse, qué inviten a un desconocido a ir con ellos así sin más (hola simpático señor, ¿por qué no se viene con nosotros a un sitio en el que ya hemos estado y no se nos pierde nada ya allí?), etc, etc, etc.


Por eso, y por una lista interminable de cosas más, pienso que este libro ha decepcionado en diversos ámbitos que podían ser totalmente salvables. Sinceramente, no creo que siga con la saga. A lo mucho cuando salga el siguiente entrega (creo que está al caer en español, si no ha salido ya. En inglés, por si os interesa, es “Five nights at Freddy´s: the twisted ones”) puede que vea alguna revisión a ver como lo pone la gente antes de comprarlo, que este estaba lleno de críticas negativas, y por no hacer caso, lo tuve que soportar yo también. Si le dais vosotros una oportunidad ya me contaréis como os fue la experiencia. Yo mientras tanto, me despido hasta la próxima de vosotros.

Sed buenos, leed mucho, y cuidado con los furbies.

Os espera en la próxima entrada.

La bibliotecaria de Dunwich


Nota explicativa: El merchandising son los objetos (muñecos, posters, pulseras, llaveros, etc.) de una obra en concreto.

viernes, 7 de julio de 2017

Reseña: Cartas de amor a los muertos de Ava Dellaira

¡Bienvenidos otra vez al blog, lectores! Esta semana traigo un libro bastante conocido entre los mundos de las letras, se trata de “Cartas de amor a los muertos” de Ava Dellaira, al que le he dado 3 estrellas en Goodreads. Si te apetece saber el porqué de mi raspada puntuación, acomódate en tu asiento porque ¡comenzamos!


Si aún no te has leído esta obra has de saber que cartas de amor a los muertos representa aquello que promete con ese título tan cautivador. Nuestra joven Laurel, que acaba de empezar al instituto, tiene que realizar un trabajo de lengua en el que le piden escribirle una carta a alguien que haya fallecido. Aunque esto parezca raro en un principio, he de decir que esta clase de trabajos ya los he visto más veces representados, sobre todo en la educación americana. Los chicos suelen escribir a algún presidente pasado contando como sus valores se han vuelto ciertos, etc. El caso es que, en esta historia en particular, a la protagonista le cuesta más de lo que debería en un principio ya que, acaba de perder a su hermana hace tan solo unos meses, y por tanto, lidiar con estos asuntos no le resulta tarea fácil. Por ello, en vez de redactar una carta común como haría otro alumno en una situación más normalizada, ella prefiere escribírsela a Kurt Cobain, ídolo de su hermana que murió trágicamente joven, como ella.

Después de redactar esta misiva, sigue escribiendo para ella misma, a otros personajes, tales como Judy Garland, Amy Winehouse, Heath Ledger, etc. que fueron relevantes tanto en su vida como en la de su hermana, para ir explicándonos a través de estas notas como le va en su nuevo comienzo, ya que, al ocurrir la tragedia, Laurel decide empezar de nuevo en otro instituto distinto al que le correspondía. Esto conlleva el hecho de enfrentarse a la soledad de ser la nueva, encajar con los amigos, algún amor que se encuentra por ahí, etc. En definitiva Laurel consigue ir encontrando su lugar en el mundo, asumiendo una pérdida que tiene muy enraizada en el interior, ya que admiraba a su hermana May, con todas sus fuerzas.

Llegando a este punto, he de destacar que lo que más me ha gustado de esta novela es sin duda la importancia de la música (y la calidad de esta, aunque eso es más a mi parecer) durante toda la trama. A mi juicio, la autora ha sabido plasmar a la perfección todas las preguntas que uno se hace al conocer los finales de estos músicos y artistas, que no han tenido una vida fácil, haciendo el símil con Laurel y sus amigos, los cuales también tienen mucho que padecer. Además, como anécdota, está bien resaltar que si te han gustado las canciones a las que se hacen mención, puedes acceder en las últimas páginas, a la lista completa a modo de álbum, con un QR incluido, para que puedas ir escuchándolas en orden según van apareciendo.


Lo que menos me ha atraído, sin embargo, es más complicado de explicar, por lo que me extenderé algo más, con el fin de que entendáis lo que quiero decir sin sacarlo de contexto.

A mi parecer, lo que engloba la parte más negativa de todo el entramado, dejando a un lado las típicas relaciones excesivamente retorcidas que pueden darse en la clase de libros más dedicado al amorío exclusivamente, y que sirven simplemente, para tenerte en un vilo perpetuado, creo que lo que más hace que la trama pierda en sí, es la hermana de la protagonista, May.

Con ella es con quien empieza la desgracia, ya que muere trágicamente (el motivo no te lo dirán casi hasta el final para que no pierdas el interés en la lectura. Un truco al que recurren muchos autores, y el cual a mí no me gusta nada, porque das a entender que la historia no tiene suficiente fuerza como para que lo leas tranquilamente, sin tener una intriga innecesaria como esta), y a la que vas conociendo tras lo que te va contando Laurel en sus cartas.

El motivo principal por el que no me gusta este personaje, podría dividirse en dos. Uno más centrado en ella, y otro en lo que representa. Centrémonos primero en ver cómo era ella.

Bien, pues parece ser que como ya habíamos visto con anterioridad, los personajes de John Green han calado más de lo que hubiera pensado en un principio. May en este caso es, para aquellos que lo hayáis leído, Alaska, en todas sus facetas. Para los que no conozcáis la obra os explicaré que lo que pretendo decir con esto, es que esta chica era problemática, impulsiva, y todo lo diferido de esto que caracteriza a esta clase de personajes que están tan de moda ahora mismo, incluyendo obviamente, al principal que la adora por encima de todas las cosas, y le importa un pimiento que se comporte de una manera tan egoísta (sobre todo con ellos), porque para ellos es siempre perfecta. En este caso hablamos obviamente de Laurel, que ya no es solo que no le eche la culpa de las tragedias que le pasan directamente a ella a causa de las decisiones de su hermana, sino que, al igual que estos protagonistas tan característicos que, además de no verlo, también se echa las culpas a sí misma de lo que ha pasado sin tener nada que ver en el asunto.


Llegado a este punto sobre que la novela podría ser de John Green si le cambiásemos el nombre a “El enigma de May” por ejemplo (sé que es una de mis manías retitular las obras, pero tenéis que admitir que a esta le pega muchísimo), vamos con el siguiente punto que me escamó de la trama. Esta es la idealización de la muerte que se da en cada una de sus líneas.

Al igual que por trece razones, en Cartas de amor a los muertos parece darse un mensaje que expone una versión “distorsionada” de la realidad con forme al hecho que engloba el irse de este mundo. En ellos vemos como alguien que ya no está, tiene más protagonismo incluso, que las personas que siguen con vida, teniéndola todo el día en boca, y convirtiéndose esta, en la guía de sus vidas, en donde todo gira en torno a ella, aunque no tenga nada que ver en la historia. En el caso de por trece razones, vemos como prima la venganza a través de unas cintas de casete marcadas con esmalte azul (todo muy vistoso para empatizar con la víctima, y hacer con ello, la situación más atractiva para el lector, por supuesto) para que Hannah acabe lo que no terminó en vida. En el caso de Cartas de amor a los muertos, sin embargo, es la idea de que May vivirá por siempre en los corazones de todos, en la tierra, en el mar, y en cualquier sitio donde a Laurel le parezca apropiado, lo que distorsiona la idea de que ya no volverá a estar nunca más.

Bajo mi juicio, esta visión idealizada de la muerte es errónea, y puede llevar a confusiones, sobre todo entre los adolescentes, y las personas más vulnerables en general, llevándolos a conductas fantasiosas que acaben por arrastrarlos a unos resultados fatalisticos, de los que no podrán dar marcha atrás. Estos temas tan delicados, hay que tratarlos en consecuencia (y más en estos libros lanzados para jóvenes) para exponer la realidad del asunto. Está claro que la muerte de alguien es siempre una gran pérdida, la cual va a marcar la vida de los presentes de manera irreversible, pero hay que tener en cuenta que el que se queda es el que va a vivir, no el que ya no está. Puede que los presentes se acuerden de la persona fallecida, que la tengan siempre en el corazón, etc. pero eso la victima ya no lo va a ver. La vida es algo que se acaba, y poner la muerte como una extensión idealizada de la constante permanencia, para mí al menos, es un grave error que se está cometiendo dentro de las novelas de este estilo. Por eso mismo no soy capaz de defenderla más de lo que lo he hecho ya.


Por lo demás decir que si bien es una historia de superación, no cabe más que esperar un final bastante predecible en la medida en que se van planteando los problemas que persiguen a los diversos personajes. Si eres fan de esta clase de géneros, prueba a leerla (o a esperar a verla, ya que con la moda que existe en estos momentos, no sería extraño que la saque alguna plataforma en forma de serie) yo por mi parte cambiaré un poco de temática para traeros algo de terror en la siguiente entrada. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide de vosotros.

La bibliotecaria de Dunwich.

lunes, 3 de julio de 2017

Reseña: Los jóvenes de la élite de Marie Lu

¡Hola de nuevo lectores! Aquí estamos un día más, para destripar otro de los libros que he leído. Esta vez se trata de “los jóvenes de la élite” de la autora Marie Lu, al que le he puesto 3 estrellas en Goodreads. Si quieres saber mi opinión acerca de esta novela ponte cómodo porque ¡empezamos!


Para aquellos que sigáis mis reseñas, seguro que os suena el nombre de Marie Lu. Esta es la autora de la trilogía de Legend, la cual reseñé hace unos cuantos meses en este mismo blog (si no has leído los post y te interesa hacerlo, te dejo los enlaces aquí: 1- Reseña de Legend y la vida antes de Legend , 2- Reseña de Prodigy , 3- Reseña de Champion ). Esta mujer parece ser que tuvo un auge tremendo con esa trilogía, por lo que la animaron a hacer esta otra. La comparación de ambas no la citaré en profundidad hasta que me lea los posteriores que la completan, pero, debido a ciertos matices que quiero exponer en este post, citaré alguna que otra pincelada de la obra de Legend para que entendáis mejor mis palabras. Si no os la habéis leído no os preocupéis, no pondré ningún spoiler relevante. Será todo más anecdótico que otra cosa.

Bien, pues aclarado este punto comenzaré a explicaros el argumento de los jóvenes de la élite. Para poneros en situación, esta historia es una mezcla de juego de tronos con los x-men (ojo, que esta comparativa no es de mi invención, la pone literalmente en la contraportada) dejando a un lado lo que me parece que un libro tenga que anunciarse como el espejo de otro diré que, haciendo la comparativa, los jóvenes de la élite no se acerca ni de lejos a ninguna de las dos obras anteriormente citadas. Aunque si se adueña un poco del estilo, ya que es mucho más lenta que Legend, y se para más a describirte unos paisajes que tampoco tienen nada de especial.

El mundo en el que se mueve la trama, viene a estar dividido por reinos (en las primeras páginas te trae un mapa y todo para que no te pierdas, aunque no hace falta ni mirarlo porque casi todo ocurre en la misma ciudad), y en las ciudades de esos reinos conviven lo que son las personas normales y corrientes de toda la vida, y los malfettos (nombre más horroroso no se les podía haber ocurrido. Lo tremendo es que es igual en inglés que en español, por lo que no podemos echarle la culpa a la traducción si quiera). Estos últimos son unos supervivientes de una extraña enfermedad, la cual  les dejó unas marcas horrorosas, y unos poderes al azar. La gente normal, al ver cómo sus diferencias, empezaron a cazarlos (sobre todo la inquisición que se especializa en acabar con ellos) por lo que no llevan una vida muy fácil que se diga.


Nuestra protagonista obviamente, es una malfetto con media cara desfigurada (literalmente, le falta un ojo). Esta se llama Adelina Amouteru (nombrecito “maravilloso” Marie Lu, empezamos fuerte). La chica tiene unos 16 años, vive con su horrendo padre (parece ser que si no existe algún cercano que traume al principal no estamos contentos) que está presente en la memoria de la chica en tooodos los capítulos (para pesadez nuestra, que este hombre no pinta nada ahí, más que por dar el efecto traumático que tan bien viene en estos casos), y su encantadora hermana Violetta, la cual hace tanto en la historia que podríamos sustituirla por una planta y nadie notaría la diferencia (cuando digo esta crítica no exagero, mismamente acabé ayer el libro, y hoy mismo he tenido que buscar su nombre porque ni me acordaba de cómo se llamaba. A ese nivel de inutilidad está la pobre muchacha).

Estas hermanas tienen una relación muy Katniss y Prim (salvando las distancias). Ellas se quieren mucho a pesar de que el padre trata mejor a Violetta por no ser una malfetto, pero llega un día donde Adelina, harta de como la maltrata su padre, se escapa y ahí es donde se separan sus vidas, ya que al marcharse de casa, su padre la persigue y en una pelea le acaba matando.

Adelina no sabe muy bien como ha sucedido esta muerte pues, hasta ese entonces, no sabía que tenía poder alguno. Fue en ese momento cuando unas sombras ilusorias (que luego por pura conveniencia acaban convirtiéndose en de todo, cuando el resto de poderes que salen son de lo más concreto) aparecieron ante el padre provocando el accidente.

Al pasar esto la inquisición la encuentra, y después de encerrarla unos días, la llevan a quemar a la hoguera, pero ¡sorpresa! cuando está a punto de morir llegan unos chicos y la rescatan cuando está ya casi envuelta por las llamas. Esta mujer se dejar llevar por ellos y cuando despierta (nunca entenderé lo de dormirse en medio de un rescate, como que se encuentra uno muy tranquilo para ello) se encuentra en una super habitación de lo que parece un casaza-cortesana que al parecer es el piso franco de la organización que se la ha llevado (muy discreto y factible todo).

En cuanto Adelina vuelve en sí, viene a verla un tiarrón de estos hiper guapos que al parecer es el príncipe de esa ciudad (Kenetira o Kenettra (porque en el mapa y en las páginas se denominan distinto en un grandísimo fallo) se llama dicho territorio) que al igual que ella es un malfetto y por ello, le desterraron del trono poniendo a su hermana en su lugar. El chaval, quiere tomar el poder con sangre, muerte, y destrucción con su organización de malfettos (o élites que nunca me quedó claro cómo se utiliza ese nombre, y en qué ocasiones) llamados los Dagas.



De este hombre podemos decir que controla el fuego, es guapo (Marie Lu se encarga de recalcarnos muchísimo su gran belleza a cada paso que da, a lo Day de legend), es un príncipe, tiene un grupito llamados los Dagas con otros integrantes casi tan unidimensionales como él y… pues poca cosa más, porque el argumento va sobre todo de la oscuridad de Adelina, dejando escasos momentos para los demás.

Para mí, ahí es donde el libro comete su mayor error, porque su principal “atractivo” es que va de la creciente maldad que va aumentado en el interior de Adelina, según avanza la novela, pero Marie Lu, siento decirte que lo que has creado no es un protagonista malvado, sino una niña caprichosa y muy egoísta.

Me explicaré. Normalmente, los antagonistas suelen tener un criterio diferente al héroe de turno, o como en este caso la cual es la que lleva el peso de la trama, un pensamiento contrario a lo que viene creyendo la comunidad en general. Estos personajes suelen tener convicciones muy fuertes, y una meta muy marcada a la que quieren llegar a toda cosa. Para mí esto es muy respetable, y muchas veces admiro más a los villanos de una saga, que a los propios responsables de pararlos. En el caso de Adelina no cumple con estos requisitos para ser una villana. No estaría mal que tuviese un creación más original a lo que estamos acostumbrados, no me malinterpretéis, no es nada de eso. Lo que le pasa es que ella baila entre dos caminos a elegir, y a parte de no acabar decidiéndose jamás por uno de ellos, encima se enfada porque cree que la gente no confía, y sospecha de ella. Cuando es lo más lógico y normal, viendo que les está traicionando por la espalda con escusas baratas, que podría haber evitado si hubiera actuado con normalidad.

Sé que esto puede sonar algo extraño así de primeras, pero lo concretaré con una parte de la historia donde podréis entender porqué digo tal cosa. Aunque es algo nimio, comprendo que podéis no querer conocer algo tan avanzado, así que si es así, saltad al siguiente párrafo que es donde se acaba el spoiler que comienza a partir de AQUÍ: resulta que una vez que Adelina se pone a entrenar con los dagas para dominar su poder, y lograr con ello, ser una de ellos. Aparece por ahí Teren Santoro, un jefazo de la inquisición que está obsesionado con cazar malfettos, para decirle a Adelina que tiene a su hermana-planta y que si no colabora con él, diciéndole información de los Dagas, la matará sin piedad. Bien, pues Adelina accede (hasta aquí todo dentro de lo normal) pero después, en vez de preocuparse porque la pillen. Le entra la perreta porque los demás tienen reservas respecto a ella (con razón), y aunque sus compañeros no le dicen, ni hacen nada al respecto, ella se mosquea porque no la quieren y la lía pardisima. Lo mejor es que después de liarla, vuelve con ellos como si no ocurriese nada, la vuelve a liar aún más gorda, y cuando los pobres ya ven lo que ocurre y la recriminan, ella vuelve a enfadarse y se pone de morros, llegando a amenazarlos incluso por decirle esas cosas. No creo ni que haga falta explicar lo que creo de este comportamiento porque vamos, se ve claramente sin decir nada más.


A pesar de todas estas quejas que he expuesto, sobre todo de la protagonista (que leyendo los agradecimientos vi que en principio iba a ser una simple secundaria pero alguien alentó a la autora para hacerla la principal, creando este sin dios) he de decir que el resto que sufren a esta muchacha (sea del bando que sean) me caen bastante bien, así que eso me tira un poco a leer los otros dos libros que me faltan, aunque de manera espaciada que ya he tenido suficiente Adelina por el momento. Mientras tanto, si a ti te gustan esta clase de novelas medievales, y te llama la atención lo de los poderes y demás derivados, léetela a ver qué te parece. A lo mejor te engancha más que a mí. Por el contrario si lo que te interesa es la bibliografía de la autora en sí, te recomiendo que te leas mejor la saga de Legend, que a mi parecer, está mucho mejor que esta última. Yo por mi parte, continuaré por otros derroteros de momento. Os veo en la próxima entrada con “Cartas de amor a los muertos” de Ava Dellaira. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide de vosotros.

La bibliotecaria de Dunwich.