domingo, 31 de diciembre de 2017

Peores lecturas 2017

¡Hola de nuevo, lectores! Por aquí andamos, una vez más, para exponer la segunda parte que comenzó en el post Mejores lecturas 2017. Es decir, que si ya os he relatado cuales fueron mis mejores lecturas, ¡ahora vamos a por las peores!

Soy consciente que los libros que aparecerán en esta entrega son conocidos y amados por muchos (tengo como norma autoimpuesta el exponer mis críticas hacia las obras populares, jamás os cuento sobre las pequeñas por respeto a esa gente que está empezando, y no tiene tantos medios como los autores famosos para crear algo totalmente revisado y pulido), por eso quiero aclarar que esta es mi humilde opinión, y que si están aquí seguramente sea porque me han decepcionado sobre las expectativas que tenía sobre ellos. También cabe resaltar que, como ha ocurrido con la anterior entrada, expondré las novelas por orden alfabético así que, no esperéis una numeración dentro del ranking. Por lo demás, solo os queda poneos cómodos porque, ¡empezamos!

1) “Cartas de amor a los muertos” de Ava Dellaira. Reseña de Cartas de amor a los muertos.


Para ser sinceros este libro ha sido el comodín que ha logrado completar este top five, de hecho iba a ser sustituido por otra obra, pero como está otro libro de la saga en este pódium, decidí no machacar tanto esta trilogía y poner este en su lugar. Cartas de amor a los muertos, no es la historia que pensaba en un principio. La vi muy pobre y llena de tópicos básicos para un libro de su índole, por eso ocupa un lugar dentro de las lecturas fatídicas de 2017.


2) “El piso mil” de Katharine McGee. Reseña del Piso mil.


Una de mis primeras lecturas del 2017, y una de las que peor recuerdo en todo este año. El piso mil, no solo me lo vendieron como lo que no era, sino que, incluso dentro de su temática Gossip girliana, está bastante cogido por los pelos. Por lo que he visto por ahí, su segunda parte, titulada: “Vértigo”, ya está a la venta en las estanterías españolas, pero, a no ser que me insistáis de sobremanera para que lo lea, yo no tengo intención ninguna de adquirirlo. 

3) “Five nights at Freddy´s: los ojos de plata” de Scott Cawthon, y Kira Breed- Wrisley. Reseña de FNAF.


Otra decepción al estilo del número 1. Como buena amante del terror que soy, fui a por FNAF nada más verlo, haciendo caso omiso de aquellos que ya lo habían leído y lo habían criticado hasta la saciedad. Sobra decir que me uní a ellos en cuanto terminé con sus páginas, dejándome un mal recuerdo de una historia tan famosa como es la de Freddy´s. Las buenas lenguas dicen que su segunda parte, “The twisted ones” (que a pesar del tiempo que lleva a la venta, aún no la han traducido al español), está mejor que el primero, así que si alguna vez lo veo por ahí igual me animo a darle otra oportunidad.

4) “Illuminae. Expediente_01” de Amie Kaufman y Jay Kristoff. Reseña de Illuminae.


Otro que me pasó como con el número 2. Illuminae fue una de mis lecturas más esperadas. Me intrigaba muchísimo tanto la historia como el hecho de relatarla con unas páginas tan originales. Por desgracia la curiosidad dio paso a la decepción en cuanto comencé a leer. Aquello no había por dónde cogerlo, y después de terminarlo me quedé tan asqueada de él, que no quise saber más de la trilogía. Por lo que me he enterado, su segunda parte, “Gemina: archivos de illuminae_02” ES AÚN PEOR (o al menos eso dicen). Por tanto, no creo que me veáis con él en las manos a no ser que caiga como regalo, o algo por el estilo.

5) “La sociedad de la rosa” de Marie Lu. (Segunda parte de “Los jóvenes de la élite). Reseña de La sociedad de la rosa.


Este año os he traído a Marie Lu, en la friolera de 5 entradas. Primero con la saga “Legend”, la cual no tiene cabida en este top, y después con su fatídica segunda trilogía, llamada “Los jóvenes de la élite”, de los cuales dos de sus libros merecían estar aquí expuestos. Como esta idea me parecía excesiva me contuve, exponiendo solo el segundo, titulado: “La sociedad de la rosa”. Este libro me ha dejado tan harta de la protagonista y sus historias, que hasta me da pereza ponerme con el último. Sé que acabaré leyéndolo, pero por mucho que me insistáis, junto con Goodreads, para que lea “Warcross”, la siguiente entrega de esta autora, me lo voy a pensar muy mucho, el tener si quiera la idea de comprarlo, porque, con este último, ya he agotado mi paciencia con sus historias. Para ser buena diré que a “Warcross” lo ponen mejor que a “Los jóvenes de la élite”, pero aun así, esperaré a ver cómo se desarrolla el año para decidir si ponerme con él, o dejarlo de lado.

Bien, pues con esta última explicación, cierro el ranking de peores lecturas del 2017. Esperemos que para el 2018 nos cueste aún más, el hecho de escoger candidatos para esta lista de la vergüenza. Por mi parte os veo el año que viene con nuevas y jugosas lecturas. Hasta entonces sed buenos y leed mucho. 

Se despide deseándoos feliz año a todos.

La bibliotecaria de Dunwich

jueves, 28 de diciembre de 2017

Mejores lecturas 2017

¡Hola de nuevo, lectores! Aquí estamos un día más, entre polvorones y turrones, para traeros una entrada digna de estas fechas. Como cabe esperar, en estas semanas expondré mis mejores y peores lecturas del año, de modo que, ¡empecemos por las buenas!

Haciendo recuento, este año he leído bastante. Dejando a un lado todos los relatos que han pasado por mis manos con respecto al concurso literario del que soy jurado, según los datos de Goodsreads, he devorado unos 35 libros, de los cuales, todos los que se derivaron al ocio están en este blog expuestos, por lo que me siento satisfecha con la cantidad de entradas que he realizado dadas las circunstancias (estudios, trabajos, viajes, mudanzas, etc.).

Echando un vistazo a todos en conjunto, me he dado cuenta de que me han gustado más novelas de las que me han disgustado. Aunque parezca mentira, viendo algunos análisis que he hecho, me ha costado mucho más escoger cinco favoritos, que sus contrarios. Así que, después de pensar arduamente cuales poner en lo alto de la lista, ¡aquí os traigo mis mejores lecturas del año!

Nota: Este post contendrá los libros citados por orden alfabético, puesto que no voy a dar ningún ranking dentro de los elegidos. Podréis encontrar un resumen más detallado de ellos en los links que dejaré junto a los respectivos títulos.

1) “Frankenstein” de Mary Shelley. Reseña de Frankenstein.


Llevaba tiempo queriendo adquirir este clásico, pero no fue hasta este año cuando me decidí a leerlo. Sobra decir que fue un grandísimo acierto. No solo me encantó de principio a fin, sino que se desenvuelve en torno a la ciudad de Ginebra, dándome con ello, un entorno muy familiar. En contraposición a Drácula, otro gran clásico del terror, Frankenstein es fluido y rápido, por lo que su lectura no decae en ningún momento.

Plus: Me complace decir que aparte de encantarme a mí, también os ha gustado a vosotros, o al menos mi reseña, la cual despunta enormemente, junto con la saga “Legend” de Marie Lu, en el número de visitas, con respecto a sus compañeras de este año.

2) “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee. Reseña de Matar a un ruiseñor.


Otro clásico que, aunque ya había sido tocado en clase, quise leerlo desde el principio para no perderme nada de esta apasionante historia. Como ya os había contado, Harper Lee sabe expresar en esta novela valores tan fundamentales, que es imposible que esta lectura te deje indiferente. Ya os la había recomendado encarecidamente cuando hice su reseña, pero os vuelvo a insistir porque sigo pensando que merece la pena leerse esta joya.

3) “Maus” de Art Spiegelman. Reseña de Maus.


Una cosa puede decirse de los favoritos de este año, y es que son casi todos tristes como si no hubiera un mañana. Este, por ejemplo, es el caso de Maus, el cual me encantó a varios niveles. En él he contemplado con agrado como, a través de su dibujo animalístico, Spiegelman ha podido relatar tan fielmente las vivencias de su padre en la segunda guerra mundial. Al igual que en el apartado anterior, vuelvo a resaltar que, si os gusta esta clase de tramas, haceos con un ejemplar porque estoy segura de que no os dejará indiferente.

4) “Sorry” de Zoran Drvenkar. Reseña de Sorry.


Un poco de novela negra no viene mal después de haber pasado por dos clásicos, y una historia ilustrada. Sorry, fue un soplo de aire fresco después de leer tantos relatos del estilo centrados en detectives y fantasmas del pasado. Drvenkar no solo nos da una visión más natural y realista de un trágico suceso, sino que sus personajes son tan únicos que hasta te acuerdas de ellos cuando vas a comprar al Aldi (true story), por lo que, si teníais dudas acerca de que leer respecto a este tema, dejad atrás a esos nórdicos con su frío y sus espías, y centraos al menos en sorry, para tener otra perspectiva del formato.

Plus: Este año intentaré leerme “Tú” otra novela de Drvenkar del estilo, de modo que en breves la tendréis por aquí también.

5) “They both die at the end“ de Adam Silvera. Reseña de They both die at the end.


Hablando de penurias este tampoco se queda atrás. Con They both die at the end he sufrido lo que no está escrito, pero también he disfrutado viendo las reflexiones de Rufus y Mateo ante aquello que se les venía encima. Como ya os había dicho, este libro se encuentra solo en inglés pero he oído fuertes rumores sobre que en breves lo traducirán al español, así que, en cuanto lo veáis en las estanterías, corred hacia él porque os maravillará.

Extra: “Carry on” de Rainbow Rowell. Reseña de Carry on.


Este top five no sería mío si no hiciera un poquito de trampa. Hasta ahora he sido correcta en explicar mis motivos por los que esos cinco libros formaron mi pódium, pero quería incluir como detalle a Carry on, (o “Moriré besando a Simon Snow”, en español), porque fue un libro que leí por recomendación vuestra, a regañadientes, y me sorprendió para bien de lo gracioso que me resultó. Si es cierto que el mundo es un calco de Harry Potter, y que la historia está hecha a la carrera por ser ampliada de otro libro de Rowell (para aquellos que no lo sepan, “Carry on, Simon” es el fanfiction que escribe la protagonista de “Fangirl”), pero a mí, la verdad, es que me ha resultado muy gracioso, y muy liviano, llegando incluso a cogerle tanto cariño a los personajes, que me acuerdo de ellos cada vez que me tomo un café de calabaza en el Starbucks (sobre todo de Baz, que es el que adora esa bebida). Con esto no digo que sea un librazo, pero si os pica el gusanillo intentad ojearlo, al menos un poquito, que ya veréis como entendéis de lo que hablo.

Bien, pues con esto ya tenéis mi lista positiva de aquellas lecturas que merecen una mención especial después de todo un año. Para la próxima os traeré la negativa, que esas siempre son más desenfadadas, con tanta bromita que le metemos al asunto, por no tirarnos de los pelos al ver que hemos perdido el tiempo con relatos tan malos. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide de vosotros.

La bibliotecaria de Dunwich

martes, 5 de diciembre de 2017

Entrada especial: 5 consejos para mejorar tu nivel de escritura.

¡Hola de nuevo, lectores! Hoy, en vez de traeros la habitual reseña de turno (de las cuales, sea ya dicho, no creo que haga más hasta el año que viene, ya que estamos en Diciembre y toca, por tanto, hacer las entradas de los mejores y peores libros del año), he decidido aprovechar este post para daros unos cuantos consejillos de escritura, que creo que os van a venir muy bien, tanto si os dedicáis a crear vuestras propias historias, como para aquellos ensayos que os toca realizar para el trabajo, o las clases.

La idea de crear esta entrada fue debida a que, como muchos ya sabéis, he formado parte de un jurado literario, por lo que he tenido que leerme muchos relatos de escritores maravillosos, que me han hecho darme cuenta del enorme talento que tenemos aún por descubrir.

A pesar de que no tengo queja alguna sobre las tramas amateur que he leído (no seré yo la que le ponga puntilla a alguien que está empezando con toda la ilusión del mundo) al estar por primera vez al otro lado me ha hecho darme cuenta de los típicos fallos que suelen cometerse a la hora de redactar uno mismo su propia historia, sin tener a nadie detrás para que te corrija. Por eso, con toda la humildad por delante (soy consciente de que yo también cometo errores, y soy la primera en señalarlos) os traigo: ¡Los 5 mejores consejos para mejorar tu nivel de escritura!

1º) La persona. 

A la hora en que nos ponemos a escribir, no solo debemos tener en cuenta aquello que vamos a contar, sino el COMO lo vamos a contar. El escoger entre una primera persona, o una tercera, como narrador de las vivencias, es FUNDAMENTAL para crear la estructura de nuestro escrito.

Sé que puede parecer algo totalmente aceptado, pero os sorprendería saber la de textos que me he encontrado en los que saltaban de una persona a otra, haciendo que la redacción quedase totalmente desequilibrada. Esto, por raro que parezca, suele ser bastante común, ya que si no ordenamos bien el estilo, puede ir saliéndonos el contenido de diferentes formas, creando con ello, una estructura que no pueda sostener la historia, por el hecho de estar erráticamente expuesta.

Para esto, yo os aconsejo pensar, antes si quiera de ponerse a escribir, de qué manera queréis exponer los datos (teniendo en cuenta por ejemplo, que la tercera persona te da más libertad, pero la primera es más personal), y seguir con ese estilo desde el principio hasta el final.

Aporte extra: Lo mismo, claro está, para los signos que utilicéis para los guiones, el entrecomillado, etc. pero de eso os hablaré más adelante, así que mejor que pasemos al siguiente punto.


2º) La coherencia.

En este apartado también me quiero centrar bastante, porque es otro que baja la calidad del documento de una manera alarmante. Estoy de acuerdo en que a todos nos gusta resaltar nuestras palabras, por lo que solemos utilizar un lenguaje más culto, lleno de detalles, y matices.

Hasta aquí lo veo todo maravilloso, ya que yo soy la reina de las expresiones complejas, y los párrafos recargados, pero por favor, aseguraos de que eso tan estético que estéis diciendo TENGA SENTIDO. Porque, otra vez, aunque os cueste creerlo, hay muchísimas veces en que, en estas frases, se muestran unas contradicciones que te hacen parar de inmediato la lectura para saber si lo que estás leyendo está realmente ahí escrito.

Me hago cargo de que a todos nos encanta exponer, por ejemplo: “Luces en la oscuridad alumbraban con desdén el misterioso lago que se encontraba entre bla bla bla”, pero si me ponéis “Era un sonido prominente, MUDO, bla bla bla”, o “Pasaba desapercibido por estar en la lejanía…. Sintiendo su retumbe EN LA BOCA DE MI ESTÓMAGO, pues como que se carga completamente toda la ambientación que se ha creado.

A mi parecer, es mejor que los párrafos sean más sencillos, y que así tengan su coherencia, que estos desbarajustes que hacen perder toda la credibilidad posible, otorgada por sus líneas.

3º) La repetición de palabras.

Otro punto importante que hace deslucir a vuestros relatos, es la excesiva utilización de una misma palabra en todo el texto. Si bien es verdad que el uso de algunos vocablos es fundamental para exponer con detalle lo que se dice, e incluso, el hecho de ponerlos seguidos da un énfasis muy interesante,  (ejemplo: “El miedo. Ese miedo que te envuelve bla bla bla”), no queda tan estilístico sin embargo, si lo utilizáis al libre albedrío porque no se os ocurren más palabras del estilo.

Hacedme caso, aunque a Sabina le haya ido muy bien con la palabra “ruido”, a la redacción no le aporta ningún beneficio que repitamos lo mismo una y otra vez. Recuerdo que, en concreto, uno de los textos exponía tantas veces el término “orden”, que yo creo que si llego a utilizar el buscador de palabras, me queda todo resaltado en amarillo.


Este hecho, es absolutamente fundamental que lo tengáis en cuenta a la hora de escribir, ya que es muy fácil que se nos cuelen varias expresiones idénticas en muy poco espacio.

Para ello, os aconsejo que estéis al tanto, y cuando os deis cuenta de que estáis usando mucho una definición, la busquéis en el texto (“control+f” para open office, y “control+b” para Word), para comprobar que no la estáis usando demasiado.

Otro método es pasarle el relato a alguien para que le eche un vistazo. Normalmente la gente externa a la creación del documento suele tener más capacidad para percibir estas cosas, dado que como no conocen el contenido, lo miran todo más detalladamente.

4º) La puntuación.

Este, a pesar de ser un aspecto de menor importancia, ya que no resalta tanto a la vista como los demás puntos expuestos con anterioridad, puede llegar a ser también un gran problema. Sobre todo por dos razones adyacentes a su utilización.

4.1) La variación de su uso dentro del mismo texto.

Como ya dije en el apartado uno, el hecho de que cambiéis de estilo dentro del propio trabajo desconcierta al lector, haciendo que se desvincule de la historia para centrar su atención en la nueva manera de narrar que tiene el escritor.

Esto también puede aplicarse a la puntuación, por supuesto. En mis lecturas he visto como la gente cambiaba el guion típico que se pone cuando una persona habla, por comillas, y luego por la cursiva, en unas pocas hojas. En este aspecto, como existen varios estilos de escritura, no se podría decir que esté mal redactado por esa parte, ya que serían totalmente válidas las tres formas, sino que el hecho de pasar de una a otra, indistintamente, es lo que sería erróneo en este caso. Al igual que en el punto número uno, mi consejo para apaliar este fallo es que, antes de escribir, os decantéis por un estilo, y os centréis en él durante toda la obra.

4.2) La falta/ la mala utilización de los signos de puntuación.

Este es el más común, y el que más variaciones tiene dentro de los apartados nombrados. Lo que más se repite es la ausencia de comas (o la utilización de esta en vez del punto correspondiente), pero también me he encontrado con una mala guionización en los diálogos, utilizaciones del punto y coma cuando no se debe, etc.

Mi aporte para este desacierto es que reviséis bien el texto (sobre todo cuando ponéis varios adjetivos que siempre os suele fallar la coma entre el penúltimo y la “y” que da paso al final (Ejemplo: “Era suave, blando, y azulado”)), leyéndolo tal cual lo habéis escrito (que somos muy de poner las pausas mentalmente, aunque no estén marcadas).


5º) La revisión. 

He dejado lo más grave para el final, puesto que, lo que yo creía fundamental a la hora de elaborar cualquier escrito, suele brillar por su ausencia, en más de la mitad de los textos que he leído.

Soy consciente de que rellenar una hoja en blanco es algo muy duro. Este proceso lleva una concentración y un agotamiento mental que muy pocos de los que están fuera del mundo literario, conocen. Por ello, cuando finalizamos la escritura, la dejamos a un lado, satisfechos, y cansados, creyendo haber acabado con todo el trabajo. Siento desilusionaros pero esto no es así.

Nuestra manera de redactar, aunque creamos que haya sido buena, ha de ser releída por nosotros mismos, al menos una vez, para ser pulida de las típicas imperfecciones, como son las palabras que se quedan sueltas al haber cambiado de idea sobre la marcha, faltas, mal borrado, puntuaciones, etc.



Yo normalmente reviso mis reseñas, que son como quien dice “de andar por casa”, unas 3 veces. Una cuando acabo de escribirla, otra pasadas unas horas, y finalmente cuando la subo.

Para mis relatos la cosa cambia. A parte de revisarlos yo misma, se los suelo entregar, también, a un par de personas para que los lean, y me den su opinión. Esto mismo es lo que deberíais hacer para que todo quede bien ordenado.

Bien, estos han sido mis consejos para que podáis crear unas historias dignas de ganar cualquier concurso. Espero que os hayan servido para mejorar vuestro nivel de escritura, y que las utilicéis para seguir creando esas fábulas tan impresionantes, a las que con gusto me entrego siempre que puedo.

Se despide hasta la siguiente entrada.

La bibliotecaria de Dunwich