domingo, 21 de junio de 2020

Reseña: Balada de pájaros cantores y serpientes de Suzanne Collins.

¡Hola de nuevo, lectores! Por aquí me tenéis con una lectura bastante esperada. Esta se trata de la precuela de los juegos del hambre, Balada de pájaros cantores y serpientes, de Suzanne Collins a la que le he puesto tan solo 2 estrellas. Si queréis saber el motivo de tan decepcionante nota poneos cómodos porque ¡empezamos!   

Nota: En esta ocasión voy a hacer spoilers. No comentaré nada crucial pero sí indagaré a través de la historia para exponer mejor mi punto de vista. Por lo que si aún estáis con el libro guardad la lectura de mi reseña para cuando lo terminéis.


Me voy a saltar la explicación de cómo llegaron a mí los juegos del hambre e iré directamente a exponer que a mí la trilogía original me gusta bastante. Si es cierto que tiene algunos fallos y clichés repetitivos típicos de su época, pero en general creo que es bastante salvable y que ha envejecido correctamente. Aunque esto tendría que comprobarlo leyendo sus volúmenes a día de hoy.

Cuando se anunció Balada de pájaros cantores y serpientes parecía una precuela bastante adaptada a los tiempos que corren, gracias a su nombre que se acerca más a las sagas de ahora (comparémoslo por ejemplo con el título de la famosa saga “Una corte de rosas y espinas", con el de otra distopía que estaba de moda cuando salió la trilogía, llamada “El corredor del laberinto), pero manteniendo la esencia original como se podía apreciar por la portada. Vamos, que esta nueva entrega garantizaba ser un gran éxito. Fue una verdadera pena que estos estándares se quedaran solo en este primer vistazo.

Su trama, para concretar, trata sobre la juventud del presidente Snow. El villano (por así decirlo) de la historia original. Este está en su último año de la academia (lo que viene siendo el instituto para que nos entendamos mejor) y le está costando salir adelante. Esto es debido a que, después de la guerra, su familia perdió todo su dinero así que intentan aparentar un estatus que ya no tienen. Él vive solamente con un prima Tigris (la recordaremos por ser la que ayuda a los rebeldes en Sinsajo), y su abuela que parece seguir comportándose como si aún conservasen el poderío de antaño.

Snow y su prima se las ingenian para traer algo de comida a casa y sobrevivir a duras penas pero el peso del dinero los ahoga. Por eso, nuestro protagonista decide lucirse en los juegos del hambre como mentor para así conseguir alguna beca que le permita ir a la universidad. Esto lo ve algo truncado cuando le asignan a la chica del distrito 12 (mientras que a un nuevo rico llamado Sejanus Plinth, el cual tendrá relevancia durante toda la novela, le asignan un súper campeón del 2), pero resulta que su chica es carismática así que allá que hace lo que puede para intentar hacerla ganar.

En este punto empaticé mucho con Snow. Me daban ganas de cebarle de esta manera cada vez que le veía mal alimentado.

He aquí el primer fallo. Esta chica, llamada Lucy Gray, es todo lo contrario a Katniss Everdeen. Esto en sí no es malo. Lo que sí es un error, en mi opinión, es el darle una personalidad TAN DIFERENTE, rayando incluso lo absurdo para la ocasión.

Me explicaré. Si bien Katniss era un personaje más bien reaccionario, es decir que no tenía mucha iniciativa, esta chica es cantante por lo que se pone a cantar, o a salir del paso con mucha más soltura, INCLUSO EN UN MOMENTO CRÍTICO COMO ES EL QUE SALGA SU NOMBRE EN LA COSECHA.

No es que sea un ejemplo a seguir en toda la saga, pero al menos tiene un semblante típico de alguien a quien le han truncado la vida, en vez de ponerse a cantar como si fuese esto una película Disney.

Una cosa es cantar para ganarte al público y otra muy distinta el hacerlo cuando acaban de condenar tu vida a muerte. Por eso, y por cosas derivadas, jamás pude ver con naturalidad a este personaje, ni su relación con Snow, el cual CAMBIA radicalmente al estar con ella, dejando incluso de lado sus grandes problemas, desde casi el primer momento.

Pero bueno, una vez más, los arrejuntamientos de Collins nunca me han convencido, ni si quiera en la trilogía original, así que dejé esto pasar.

A estas alturas ya estaba pensando en dejarlo correr y seguir avanzando para ver si la cosa mejoraba.

Más adelante, en los juegos del hambre, es cuando hay otro fallo sustancial. En las ediciones anteriores los veíamos a través de la protagonista, la cual estaba en la arena, así que vivíamos la acción de primera mano. En esta, sin embargo, seguimos a Snow, por lo que vemos un engordar las páginas con envíos de comida y una arena desierta ETERNA. Al final no me creí que pudiera pasar lo que ocurrió pero tampoco me sorprendió. Lo que si me hizo echar las manos a la cabeza fue la tercera y última parte.

Otra forma de agrandar el libro fueron las interminables canciones y aquellos presentados para tocarlas, que ya no tenía sentido ni saber de esta gente, puesto que no aportaban NADA, ni leer tantos temas repetidos una y otra vez. 

Ya no por como empieza sino por cómo se desarrolla en sí. En ella vemos una vez más como Snow cambia por completo sus prioridades para luego darle otra vuelta de personalidad al personaje solo porque la trama lo necesita. Se muestran relaciones obsesivas tan típicas de sagas anteriores y que por suerte ya se están empezando a ser rechazadas por los lectores, y en general no añade casi nada sustancial (como la mayoría de la novela). Por ello, si tuviera que resumir el libro en una sola frase esta sería “chico ligeramente acomodado es enviado a la pobreza para que vuelva con ganas renovadas a donde debe de estar”.

Señora Collins, lo de creerse dueño de una persona, pelearse con otro por ella sin dejándola de lado su opinión y tener celos de su pasado, lo dejamos para la época de crepúsculo. Cuando quiera adaptarse al 2020 nos avisa que la aceptaremos con los brazos abiertos lejos de la toxicidad amorosa que ha representado en esta novela. 

El final, predecible a más no poder, hace que todo “mágicamente” vuelva a su lugar (lo del tema “adopción” me pareció sencillamente RIDÍCULO), haciendo que quede una obra pobre y digna de otra época.

Si bien es verdad tuvo cosas que me gustaron, como la atmosfera del mundo y la sociedad que entraña, fueron nimiedades comparado con el excesivo relleno y conveniencias argumentales que he tenido que aguantar por el camino.

Eso es todo lo que tengo que decir al respecto (que no ha sido poco). Pronto volveré con otras lecturas. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich

sábado, 6 de junio de 2020

Reseña especial: Pesadillas de R. L. Shine, y Supersustos de Jeff Creepy (Sin spoilers).

¡Hola de nuevo, lectores! Hoy traigo una reseña algo diferente pues vengo con tres libros cortos. Estos son, 2 de la serie pesadillas (o goosebumps en original) titulados: “Aliento de vampiro” y “Playa fantasma”, ambos de R. L. Stine, y otro de Supersustos, titulado “El laboratorio del pánico” de Jeff Creepy. Si queréis saber mi opinión tras leerlos poneos cómodos porque ¡empezamos!

El cómo me ha dado por traer esta clase de novelas al blog nos lleva a una explicación extremadamente sencilla. De pequeña ADORABA los libros (y la serie en menor medida) de pesadillas. La he retomado hace relativamente poco, y he de decir que tenía mejor recuerdo de ella de lo que me parece ahora. Con los volúmenes escritos más o menos me pasa lo mismo. Intento comprar aquellos que me encuentro por las librerías pero, aunque los leo de mucho agrado, sé que no debo ponerlos al mismo nivel que otras obras. Por eso, aunque veáis que alguno tiene una puntuación bastante alta, esta no estará al nivel de otro libro con la misma nota.

En este caso, buscaba lectura para un viaje, el cual resulto impedido por la pandemia, cuando vi dos títulos de pesadillas que no tenía en mi colección. La vendedora me dijo que había tres por dos, y me enseñó una selección de libros de terror para niños del que escogí supersustos para completar la compra, y de ahí que os los traiga hoy en pack.

Para los que ya me conozcan saben que de las librerías salgo tal que así. 

Los analizaré por separado empezando por aquel que menos me ha gustado. Este es el número 18 de pesadillas titulado “aliento de vampiro” al que le he puesto 3 estrellas en goodreads.


He de aclarar que no es que me desagradase, pero si me pareció algo aburrido. La saga de pesadillas tiene unas fórmulas muy marcadas y aquellos libros que hacen viajes en el tiempo son los que más aborrezco. En este caso, dos preadolescentes llamados Freddy y Cara, descubren en casa de uno de ellos una puerta escondida que traerá más de una sorpresa. Como buen libro de pesadillas, el final inesperado está asegurado.

Ahora viene la trama de supersustos llamado “el laboratorio del pánico” al que le he puesto 4 estrellas en goodreads.


Con este libro he sentido que en cierta manera lo he desaprovechado un poco, ya que lo dejé para el final como lectura anecdótica y resultó tener más miga de lo que parecía en un principio.

Su historia trata de un grupo de amigos que se van de acampada al bosque y uno de ellos expone que hay un laboratorio secreto por la zona donde se realizaban experimentos prohibidos. El resto no cree que sea cierto pero acaban descubriendo que la leyenda era cierta.

Su desarrollo en general es bastante más impactante que el de los libros de pesadillas y también tiene un final que me ha gustado bastante. No debería haberlo desmerecido tan pronto.

Llegando al clímax, os traigo la primera lectura que realicé y la que más me ha gustado. Este es el número 8 de pesadillas titulado “playa fantasma” al que le he puesto 5 estrellas en goodreads.


Siguiendo la tónica de pesadillas, los hermanos Jerry y Terry (que también os digo, padres crueles donde los haya por llamar a los niños de manera tan parecida), se van con unos familiares a pasar unos días a un pueblo costero. Los niños en seguida hacen amigos y les dicen que hay un fantasma en la cueva que da a la playa. El resto ya os lo imagináis. Tan solo resaltar que el final también me ha encantado así que dadle una oportunidad a este, y al resto, si podéis, que están genial para pasar el rato.

Bueno, eso es todo lo que quería exponer al respecto. Volveré con nuevas y jugosas lecturas en otro momento. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich