miércoles, 9 de marzo de 2022

Reseña: Alguien está mintiendo, de Karen M. McManus.

 

¡Hola de nuevo, lectores! Por aquí estoy de nuevo con una de mis últimas lecturas. Esta es la de “Alguien está mintiendo” de Karen M. McManus, a la que le he puesto tan solo 2 estrellas en Goodreads. Si queréis saber el motivo de tan baja nota poneos cómodos porque ¡empezamos!


Resulta que yo tengo el libro de “alguien está mintiendo” desde que tuvo su boom en Estados Unidos. Recuerdo que lo encargué porque me llamaba la atención y cuando llegó lo coloqué en la estantería… y me olvidé de él por completo. No fue hasta que vi en Netflix la serie anunciada que me acordé de él y decidí darle una oportunidad. Sobra decir que la experiencia fue más bien decepcionante.

 Antes de nada empecemos por explicar la trama. Para aquellos que no conozcan la historia, “alguien está mintiendo” trata de cuatro chicos de instituto que no tienen nada que ver entre sí más que han sido castigados después de clase. Por las series vemos que los colegios americanos dejan a los chicos castigados en una clase por un tiempo y les hacen trabajillos y demás a modo de castigo. Pues bien, ahí se encontraban nuestros protagonistas y Simon, el cual he dejado a parte porque tiene miga la cosa.

 Resulta que Simon es el típico chaval de instituto (y de más adelante también, por desgracia para la humanidad) que le encanta llamar la atención, así que tiene un blog como este donde expone todos los cotilleos y secretos del instituto. Esto es conocido por todos así que cuando se encuentran los 5 en la sala de castigo y el profesor tiene que irse un momento, Simon empieza a parlotear mientras bebe agua. Esto es importante porque instantes después le da una reacción alérgica delante de los otros 4 y acaba muriéndose.

A todos nos ha pasado el hecho de no querer coincidir en clase con el pesadito del instituto, así que me imagino a los chicos lo Michael Scott al ver entrar a Simon en el aula.

Esto podría pasar por un accidente si no fuera porque se revela que le dio una reacción alérgica al cacahuete, cosa que todo el mundo sabía que tenía, y se encontró aceite de cacahuete EN SU AGUA. Así que los chicos pasan a ser sospechosos de asesinato. ¿El motivo de por qué iban a asesinar a alguien que, aunque no les caiga bien tendrán 4 dedos de frente para no hacerle nada? Pues resulta que todos guardan secretos que no quieren que salgan a la luz bajo ningún concepto.

 Y aquí es donde decae la cosa porque los secretos en sí, si los hay tremendos, y ojo, tocan temas que son muy tabú todavía en el mundo del deporte y derivados, pero hay otros que es para pensar que los escogieron a última hora porque no se les ocurría nada mejor. (Sí, Bronwyn, estoy pensando en ti).

 Los personajes principales también son unidimensionales e igual de simples. Tenemos a la que acabo de mencionar, Bronwyn, a la que describe el libro como “el cerebro” y quiere ir a Yale (adoro los americanos y sus universidades estilo casas de Hogwarts), Addy que es “la chica guapa”, Cooper, “el atleta” y Nate es “el criminal”.

Están tan estereotipados que sin saber nada de ellos podríamos decir quién es quién.

No es que me haya quedado sin vocabulario de repente, sino que estas son las descripciones que trae el libro de los personajes.

 Esta falta de personalidad generalizada hace que la trama en sí no sea gran cosa como si ocurrió con “Gossip Girl” o “Pequeñas mentirosas”, ya que el tener unos personajes algo mejor marcados hace que se sostenga mejor la atención del receptor, a que nos metan a estos chicos en un problemón DEL QUE SI QUIERA SE PREOCUPAN.

A mi dadme PLL que al menos Hanna nos da estos momentazos.

Aquí llega otra falta que he visto que solucionan mejor en la serie, y es que están acusados de asesinato Y LES DA IGUAL. Están más pendientes de que si mi novio esto, QUE SI MI PELO LO OTRO, que de lo que realmente importa. Entiendo que la adolescencia es una etapa en donde le das vueltas a cosas que más adelante ni las piensas, pero esto ya es pasarse.

Viendo como llaman a una de urgencia para testificar en comisaría y mientras va de camino va dándole vueltas a por qué su novio le había mentido con respecto a su madre. 

Con todo, al final queda una historia anodina que mejora un poco hacia el desenlace para luego tumbarla del todo con una tontería de pareja que no viene a cuento y que se soluciona a las dos páginas.

 Conclusión, este libro no es algo que esté hecho para mí y por supuesto que no voy a leer la segunda parte. Eso sí, como nota positiva, y como había predicho mientras lo leía, en serie esta clase de historias entretienen más, así que sumado a esto que le están metiendo más trama, la serie pinta más entretenida. Mucha gente se queja de su final, pero como no la he acabado de ver no os puedo contar nada al respecto.

 Esto ha sido todo por hoy, lectores. Espero que, si le dais una oportunidad al libro, disfrutéis más de él de lo que lo he hecho yo. Yo por mi parte volveré más pronto que tarde con una lectura muy querida. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

 Se despide con cariño.

 La bibliotecaria de Dunwich