viernes, 5 de octubre de 2018

Reseña: No tengo boca y debo gritar de Harlan Ellison. (Sin spoilers)

¡Hola de nuevo, lectores! Otra vez me tenéis por aquí, esta vez con una reseña especial, pedida explícitamente para el blog. Se trata de “No tengo boca y debo gritar” (o en original, “I have no mouth and I must scream”) de Harlan Ellison, ganador del premio Hugo en 1968, al que le he puesto unas dudosas 4 estrellas en Goodreads. Si queréis saber el motivo el porqué de mis indecisiones poneos cómodos porque ¡comenzamos!


No tengo boca y debo gritar es un relato corto de unas 16 páginas más o menos (variará según el formato del libro), y no está traducido oficialmente en español. Por lo que sus referencias son todas en inglés.

Durante el recorrido de esta aventura podemos encontrar a 5 personajes que parecen estar prisioneros por una inteligencia artificial llamada AM. Esta ha tenido muchos nombres anteriormente, pero se ha reducido a esas siglas que, curiosamente, dejan entrever que viene de la célebre frase de Descartes “Pienso luego existo”, o en este caso “I think, therefore I am” (en original, “Cogito ergo sum”).

Pronto nos damos cuenta que la cualidad de AM no es solo que sea una inteligencia artificial de tecnología puntera, sino que lo que resalta entre sus increíbles habilidades es que puede pensar por sí misma. Sí, como lo oís, los humanos fueron capaces de crearle autoconciencia, dejando con ello que ella misma lidere sus propios pensamientos.

Antes de seguir debo destacar que esta idea no es “nueva”. La trama de una IA opresora fue tremendamente explotada por la ciencia ficción, ya que juega con el valle de la incertidumbre, (o valle inquietante).

Un ejemplo de valle inquietante.

Para aquellos que no conozcáis este término, os explicaré que se trata del temor/rechazo de las personas ante aquellos aparatos artificiales que se parecen demasiado a los humanos. El grado de desconfianza está ligado al realismo del objeto en cuestión. A más falsa humanidad por su parte, más incomodidad causará. Este repudio natural, hace que las empresas cuiden al detalle sus tecnologías para que, aunque sean cercanas, siempre puedas estar a salvo de esta respulsa psicológica. Una clase de ejemplos sobre el tema son las películas (o producciones en general) animadas, que siguen en cierta medida caricaturizando a sus personajes para que no tengamos ese desafío. Los ojos de los muñecos no pueden ser muy detallados (o si lo son, como en el caso de las muñecas de porcelana, te puedes sentir observado por un objeto que no debería mirar, y por tanto te inspira una gran inquietud el estar cerca de ellas), maniquíes, y por supuesto, los robots.


El ser dominado a la fuerza por una inteligencia robótica es un miedo relativamente común, que, como acabo de decir, ha sido explotado por la ciencia ficción a más no poder. Títulos como, “Yo, robot”, “Terminator”, y “Odisea en el espacio”, tratan este tema. Pero, a mi parecer, ninguno le da tanta fuerza como lo hace, "No tengo boca y debo gritar".

En esta historia AM va más allá de lo que la supuesta “protección”, expuesta en los títulos mencionados, hace que las máquinas sometan a la raza humana. En esta ocasión, después de que se inventase AM en la tercera guerra mundial (en el mundo distópico de I have no mouth, después de la guerra fría se desata la temida tercera guerra mundial), esta cobra conciencia y, acaba desarrollando tal odio hacia nuestra raza que nos liquida a todos excepto a 5. Estos son: Ted, el más joven y narrador de la historia, Gorrister, Barry, Nimdock, y Ellen.

Básicamente, el argumento nos enseña las penurias a las que son sometidos por culpa del tremendo desprecio que siente AM hacia ellos, aunque, por mucho que les ocurra, nunca les deja morir. Es una especie de obsesión- adicción lo que siente por ellos, dejándolos vivos por cientos de años.

La historia superficialmente no tiene mucho más, es un argumento lineal con un final estremecedor. Es el trasfondo filosófico-religioso lo que premia en este relato, teniendo cientos de teorías al respecto.


A mí, sinceramente, como me hablaron primero de él antes de leerlo, me esperaba otra cosa. Los personajes me parecieron muy planos, creados por un hombre ególatra. Por eso dudo un poco de mi nota. Pero, a pesar de ello, y visto la originalidad de la trama en sí, decidí ponerle una puntuación alta gracias al hecho de que pocos habían dado a una máquina uno de los caracteres más retorcidos que puede albergar la conciencia racional.

Por lo tanto, si queréis rebanaros los sesos intentando descifrar todo lo que contiene esta pequeña novela, leedla. No os dejará indiferentes. Por mi parte no os relataré más, que la gracia está en que seáis vosotros mismos quienes descubráis todo lo perturbador que puede llegar a ser este escrito.

Nos vemos en la siguiente entrega lectores, hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich

P.D. Si bien No tengo boca no goza de una versión animada, si tiene un videojuego basado en su historia, titulado de la misma manera. Yo no lo he probado pero tengo entendido que es bastante reconocido entre los fans de la novela. Así que si os gustan esta clase de entretenimientos no dudéis en echarle un vistazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario