lunes, 6 de abril de 2020

Reseña: Historias de fantasmas de Japón de Lafcadio Hearn y Benjamin Lacombe (sin spoilers)

¡Hola de nuevo, lectores! Una vez más ando por estos lares con mi última lectura. Esta es la de “Historias de fantasmas de Japón” de Lafcadio Hearn e ilustrado por Benjamin Lacombe, al que le he puesto 5 estrellazas en Goodreads. Si queréis saber el motivo de tan alta nota poneos cómodos porque ¡empezamos!


Hoy seré más breve de lo habitual dado que no voy a hablar de las historias propiamente sino del libro en general.


Como bien sabéis yo soy muy fan de todo lo asiático, así que en cuanto me enteré de la existencia de este libro me lo compré sin dudarlo. No fue hasta ahora que me he puesto con él porque como tenía un viaje (raro para mí) no quería dejarlo a medias para empezar otro escrito en el tren. Al final, como todo acabó cancelándose por el tema del virus me propuse aprovechar la ocasión y leer esas novelas que tengo aparcadas porque sus tomos son demasiado grandes para transportar.

Las ilustraciones a doble cara dan una gran viveza a la historia expuesta.

Al igual que la recopilación de cuentos macabros de Poe (la cual tenéis reseñada su primera parte aquí) Lacombe nos ofrece unas ilustraciones extraordinarias de diversas leyendas japonesas que Hearn se ocupó de recopilar y redactar en su tiempo.

Dichas historias son increíblemente buenas, y están enlazadas de una manera que no resulta para nada forzosa. Su formato está bien centrado y los dibujos expuestos les dan más vida y fuerza de la que ya tenían en un principio.

Las decoraciones están muy bien pensadas y cuidadas.

A parte, tanto la maquetación del libro como el resto de su diseño, resultan muy atractivos a la vista. Incluye dichos asiáticos, un juego de buscar yokais (fantasmas japoneses) y papel cebolla (o papel semi transparente para aquellos que no lo llaméis así) con retratos que se complementan con la página posterior.

En definitiva, historias de fantasmas de Japón es un libro único que merece mucho la pena de leer, sobre todo ahora que tenemos más tiempo para nosotros.

Aunque tiene un estilo muy definido, Lacombe diferencia muy bien las historias con sus ilustraciones. 

No diré nada más para que seáis vosotros mismos quienes descubráis sus entresijos. Volveré más pronto que tarde con la siguiente parte de los relatos de Poe para seguir leyendo aquellas novelas que son más de leer en el hogar.

Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.

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