Reseña: "El arte coreano para el cuidado de la piel".

¡Hola de nuevo, lectores! Una vez más me paso por aquí para exponer mi última lectura. En esta ocasión se trata de “El arte coreano del cuidado de la piel” de Lilin Yang, Leah Ganse, y Sara Jiménez, a la que le he puesto 4 estrellas en Goodreads. Si queréis saber los entresijos que esconde en su interior poneos cómodos porque ¡empezamos!

Imagino que en un principio os ha resultado curioso el hecho de que os traiga un libro de estas características y no dedicado a la narrativa como estamos acostumbrados, pero es que, por si no lo sabéis (lo cual sería lo normal ya que no suelo hablar mucho de mí por estos lares) yo adoro cuidarme la piel cada día.

Tampoco me pongo muchas excusas a la hora de comprar un libro. Lo ví por ahí y en seguida fui en su búsqueda.

Digo esto sin estar detrás de ningún patrocinio ni nada del estilo. Yo no soy muy de maquillarme pero si de echarme miles de cremas y demás. Así que cuando supe la existencia de “El arte coreano para el cuidado de la piel” decidí cogerlo para ver que podía aportarme de nuevas, y la verdad es que me sorprendió para bien.

Admiro mucho a esas personas que se maquillan con una destreza espasmosa. Yo siguiendo los tutoriales que veo por internet soy más de este estilo.

Para centrarme en su esencia diré que su contenido es simple pero eficaz. Con un vocabulario entendible para todos, nos adentra un poco en los productos faciales que son esenciales para el cuidado de nuestro rostro y su maquillaje correspondiente. Por lo que si también estáis interesados en esta clase de cosméticos os pueden venir bien sus recomendaciones.

Entre sus páginas tratan los diferentes artículos uno por uno, explicando su uso, el tipo de piel para el que están destinados, y su orden correspondiente a la hora de aplicarlo. Cosa que al parecer es muy importante.

También te dan trucos para recordar el orden y recomiendan tener paciencia hasta que te vayas habituando a la rutina.

Aunque yo ya tenía una rutina muy marcada pude descubrir, gracias a sus autoras, maravillas como el spray hidratante. Del que antes no tenía constancia de su existencia, (dejando a un lado el viaje a Japón en el que veía a chicas rociarse la cara con él cada poco y yo con cara de pan pensando qué demonios se estarían echando), y con el cual me quedé encantada en cuanto le di una oportunidad.

Mi cara al ver como se cuidaban tanto en el avión (cosa que se recomienda pues su aire reseca muchísimo) con ese producto mientras yo estaba hecha un trapo después de un día entero de viaje.

También aprendí a cómo aplicar los productos correctamente, y los pasos a seguir para llevar bien al día el cuidado de mi piel (cosa que me viene muy bien dado que, debido a las alergias y demás, se me seca cada poco).

Lo de aplicarlo correctamente es maravilloso. No tenía ni idea de que algunas cosas se utilizaban de otra manera. 

Por todo esto os animo a que probéis a echar un vistazo a este ejemplar, tanto si os interesa el maquillaje como la limpieza facial, para poder aclarar cualquier duda o interés que os venga a la mente.

Por mi parte nada más, lectores. Dentro de poco volveré con más novedades bastante terroríficas.

Hasta entonces leed mucho, sed buenos, y cuidaos mucho la piel que para eso os acompaña durante toda la vida.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.