domingo, 19 de noviembre de 2017

La sociedad de la rosa de Marie Lu (Sin spoilers)

¡Bienvenidos de nuevo, lectores! Como ya os he contado en la entrada anterior, tuve que hacer un pequeño parón debido a unos proyectos personales que me mantuvieron bastante ocupada, por ello, ahora que tengo más tiempo, intento ponerme al día con las reseñas para teneros al tanto de las lecturas que he realizado. Hoy le toca el turno a “La sociedad de la rosa” de Marie Lu (Segunda parte de “los jóvenes de la élite”) al que le he puesto 2 estrellas en goodreads. Si quieres saber el motivo por el que tiene una puntuación tan baja quédate porque ¡empezamos!


Nota: Como ya he dicho, este libro es la continuación de “los jóvenes de la élite", por lo que contendrá spoilers de la primera entrega. Si no la has leído, o no sabes de qué va la historia, vete aquí Reseña: Los jóvenes de la élite para conocerla.

Bien, explicado esto comenzaré a desmenuzar la trama.

Resulta, que después de que la expulsaran de los dagas (con toda la razón a mi parecer. Solo me molesta que no lo hubieran hecho antes para evitarnos todas las penurias que pasaron por su culpa) Adelina se enfada (como es habitual en alguien con un carácter tan infantil como el de ella) y se marcha con su hermana (sí, aquella que parecía una planta de lo poco que hacía) Violetta, para formar su propio grupo de élites, y tomar el trono de Kenettra. ¿El por qué de este nuevo objetivo? Bueno, pues porque como lo querían los dagas para que el príncipe tomase lo que le correspondía por derecho, y ella es, como vuelvo a decir, una persona caprichosa a más no poder, pues se salta a la torera toda la cordura que se lleva a cabo en estas sucesiones, y se dice oye, pues ¿por qué no iba a ser yo la reina? Así me vengo de todos aquellos que me hicieron daño (aprovecho para resaltar que este auto- melodrama gratuito e innecesario, está en TOOODO el libro, para desgracia de los que la acompañan, y de los propios lectores, que somos los que sufrimos a esta protagonista tan cargante, de principio a fin) y hala, para adelante se va con esa idea loca que sabes que no va a funcionar desde el minuto uno.


Con estos apuntes de la historia os imaginaréis que el argumento se desarrollará de una manera analítica, donde Adelina se pondrá en modo juego de tronos para derrocar a Giulietta (como también es bastante planta la chica, no os preocupéis si no la recordáis, es la reina de Kenettra), pensar que va a hacer cuando esté en el poder, como burlará a sus ahora enemigos, los dagas, etc. PUES NO. Nada de eso. Olvidaos de tener un desarrollo interesante con un final impactante, la trama solo es Adelina en modo “que- mal- lo- paso- que- me- ocurre- porque- la- vida- es- tan- cruel- conmigo” mientras los demás le intentan conseguir aliados (suena un poco extremista pero no la he visto conseguir a un compañero por ella misma en soledad. Siempre iba acompañada de alguien que le echaba un cable para conseguirlo). Además, por si esto fuera poco, lo que va a pasar se ve a kilómetros de distancia con todo lujo de detalles, para que así ni si quiera tengamos que tener un punto a favor por el que seguir con esta tediosa lectura.


En fin, todo esto se corresponde a la trama principal. Ahora pasemos a la secundaria.

ENZO (para quien no le recuerde, es el líder de los dagas y príncipe exiliado que deseaba recuperar el trono de Kenettra).

Así, tal cual. No podría describirlo mejor, ni con más palabras, ni con nada más que con su nombre. El subargumento de esta novela es que los dagas quieren revivir al príncipe (recordad que los élites son como los x-men medievales. Cada uno tiene un poder, y por supuesto que hay alguien que revive a los muertos), y Adelina, que se entera de esto porque se pone a espiar las conversaciones de los dagas de una manera muy infantil (ya os dije que lo de centrarse en temas serios no iba mucho con ella), se pone en plan “¡ay mi Enzo que me lo roban!” y hala, a por él que quiere ir, que es su capricho del día, y si no se lo dejan cumplir se enfada.


Teniendo esto en cuenta, se podría decir que este es lo que se denomina “un libro puente”, que para aquellos que no están familiarizados con el término os explicaré que se trata de una novela, que suele ser la segunda de una trilogía, en la que no pasa casi nada para así poder explicar lo gordo en la tercera entrega (que digo yo, para eso haced una bilogía que no están malditas, ni nada por el estilo. No nos hagáis un volumen entero de relleno que se nos acaban quitando las ganas incluso, de esperar por el final de la historia).

Como bien sabéis yo ya tenía mis dudas acerca de comprarme “La sociedad de la rosa”, después de acabarme “Los jóvenes de la élite”. Cierto es que continué leyendo la saga porque me caen muy bien los dagas, pero la verdad es que he sufrido lo mío para terminármelo con tanta tontería de Adelina.


No os contaré más que el desenlace está ahí, y tampoco es plan de destripároslo todo. Solo diré que, si queréis continuar esta aventura leyendo “La estrella de medianoche” cosa vuestra, yo me imagino que, como me queda solamente la conclusión, la acabaré, pero con espacio en el tiempo, para desintoxicarme un poco de la protagonista.

Os veo en la próxima entrada con “They both die at the end” de Adam Silvera. Hasta entonces sed buenos, y leed mucho.

Se despide de vosotros.

La bibliotecaria de Dunwich

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