lunes, 24 de junio de 2019

Reseña: Mujercitas de Louisa May Alcott.

¡Hola de nuevo, lectores! Por aquí me tenéis una vez más con otra de mis últimas lecturas. En esta ocasión se trata de “Mujercitas” (“Little women" en original) de la célebre autora Louisa May Alcott, al que le he dado solamente 3 estrellas. Como siempre os digo si queréis saber el motivo de esta “conflictiva” nota poneos cómodos porque ¡empezamos!


Antes de dar comienzo con el análisis tengo que explicar que esta reseña será algo diferente pues, como siento que he de explicarme apropiadamente, haré la primera parte sin spoilers como os tengo acostumbrados, y después una última con ellos relatando algunos puntos. Para aquellos que no hayáis leído la obra no temáis, anunciaré claramente el punto en donde debéis dejar de leer para no destriparos la trama.

Bien, una vez dicho esto vayamos directamente a exponer mujercitas para que esto no se extienda demasiado.

Imagino que todo el mundo ha oído al menos hablar de esta novela. Se da en las clases, se analiza por todas partes y ahora que está a punto de salir la nueva versión cinematográfica está bastante presente en las redes. Yo llevaba tiempo buscando un rato para ponerme con ella, puesto que me parecía bastante grande, y al final ganó en una votación de instagram para mi siguiente lectura así que me puse con ella y la terminé en una semana.

Que la finalizase tan pronto no significa que me haya encantado. De hecho es al revés. Me ha decepcionado más de lo que hubiera podido imaginar. Pero bueno, no adelantemos acontecimientos, empecemos viendo cómo son sus personajes y de que trata la historia antes de meternos en harina.

Mujercitas tiene 2 partes y trata sobre la vida de 4 hermanas y su madre que viven en la pobreza después de que el padre perdiese su fortuna. Este se va al frente y ellas se quedan solas intentando sobrevivir trabajando y ayudando en todo lo que pueden.

Para cuando todo comienza la mayor llamada Meg, apenas acaba de entrar en la adolescencia con 16 años. Esta es la más parecida a las muchachas de su época (el libro fue publicado en 1868), su anhelo es casarse y vivir una vida confortable. La sigue muy de cerca Jo, que es la protagonista y el reflejo de la autora. Esta es escritora, tiene modales masculinos, y es la más rebelde de las cuatro. Después va Beth que es la más afable de todas, y por último Amy que cuenta con 12 años de edad, le gusta pintar y ama los buenos modales y aspira a ser una alta dama algún día.

Todo el libro es bastante dulzón. Las chicas cantan todas las noches y se llaman "querida" entre ellas constantemente.

Algo a destacar es el tono subjetivista con el que se valora a cada una de las chicas. Imagino que, al tratarse de las vivencias de la propia Alcott, prefirió ponerlo bajo su punto de vista. Tal es así que desde las primeras páginas sabemos a la perfección cuál de las muchachas es la que más le agrada, y quien la que menos.

Alcott: "Bueno, lector, la de la izquierda ha de caerte mal y la de la derecha bien".

La madre por su parte es como un ente moralista que saca a la palestra cuando quiere dar una moraleja. Por lo que veamos al último personaje destacable que falta en escena.

Este es Laurie, el acaudalado vecino que básicamente en la primera parte es como una tabla con la que interactúan las March así que de momento vamos a dejarle un poco de lado.

Os presento a Laurie durante la primera mitad del libro.

Las primeras páginas se desarrollan durante un año en que las dos mayores trabajan, todas tienen desaciertos y van aprendiendo la dureza de estar en esa situación. Laurie se hace muy amigo de Jo y corretean por ahí lo que quieren y más. Meg descubre lo que es ir haciéndose a la idea de empezar a tomar decisiones importantes. Beth lo pasa mal, así en general. Y Amy va aprendiendo lo que es la vida.

Jo y Amy tienen un carácter bastante fuerte y, en lo que a mí respecta, debido a esto y a sus dotes artísticas, se parecen en cierta manera aunque en otras sean opuestas. Tienen algún que otro encontronazo (que a mi parecer Beth podría haber evitado), y ambas recelan de la personalidad de la otra pero parecen aguantarse.

De esta manera transcurre la mitad. Con algo de apatía he de decir. Lo que no sabía es que la segunda sería aún peor.

Comienza 3 años después y pasan otros tantos (15 haciendo cálculos a ojo, no lo tengáis como una referencia férrea). Empieza con el mismo empalago que a su comienzo, y termina de la misma manera.

En dichas páginas vemos a más personajes como el padre de las chicas que es como tener una planta más en casa, y el señor Bhaer, un profesor alemán algo mayor amigo de Jo.

No me hagáis hablar demasiado del señor Bhaer que pierdo los estribos.

Este es el momento en que el elenco tiene más acuciada su personalidad, destacando a Laurie que pasa de ser un muchacho sin nada realmente destacable a un chico burlesco y algo cargante.

Por no alargarme diré que aquí se centran más en los amoríos de todos que en cualquier otra cosa, poniéndose las cosas algo difíciles entre medias.

En general a mí no me ha gustado para nada la trama a excepción de lo bien que representan el mundo editorial (el cual no ha cambiado mucho desde aquel entonces hasta nuestros días), la notoriedad que tuvo para el feminismo este libro, y lo pionero que fue para su época. Por ello, si aún no lo habéis leído, aunque a mí no me diese más, os lo recomiendo que igual a vosotros os fascina como viene siendo la costumbre pues mi opinión es del todo impopular.

Ahora bien, para aquellos que queráis saber los motivos concretos de mi crítica aquí vienen junto con SPOILERS.

Lo primero que me chirría (y supongo que de ahí mi disgusto con la novela) es la protagonista. Es que no puedo con Jo. A pesar de ser escritora como yo, y ver como intenta moverse por ese mundo tan difícil con un aplomo admirable, me es imposible empatizar con ella. Soy de la opinión de que, puede que sí tenga unos modales más masculinizados para la época en la que vive, pero eso es solo un copo de nieve en el gran casquete polar que engloba su personalidad. Para empezar ni es tan chicazo como presume ser, ni le dan tan igual las cosas. Sino no hubiera armado tanto escándalo por cortarse el pelo, o por verse sola al final de la novela.

Así me tenía cada vez que nos venía con alguno de sus "dramas".

Y he ahí el mayor problema que le veo a todo esto. Mientras por ejemplo, otras hermanas hacen un examen de conciencia más profundo (como Meg, o Amy por mucho que le fastidie) ella solo raspa la superficie de la suya. Tiene como un trastorno histriónico de la personalidad que la hace actuar con impulsos llamativos que luego tienen consecuencias, no solo para su persona, sino también para aquellos que la rodean.

Por si no sabéis lo que es el transtorno histriónico de la personalidad os lo resumo en una sola imagen que conocemos todos. Eso sí cuando Bart daba la lata al menos le chillaban. A esta la dejan hacer lo que quiera y así continua hasta el final del libro.

Lo peor es que luego no reflexiona al ver por ejemplo que no se va al extranjero por culpa de su comportamiento. Tan solo se lamenta de su larga lengua y se cela en secreto de los demás porque han conseguido algo que ella misma ha echado a perder primero.

Jo siempre se escuda en que es así pero esto no es cuestión de carácter sino de saber estar sin más. Puede que estés aburrido en un lugar. A todos nos pasa. Pero, al contrario que nuestra protagonista, no necesitamos hacerlo ver de esa manera tan exorbitada para mostrar lo “diferentes” que somos como hace ella entre los suyos donde se envalentona porque se ve fuerte. Eso sí, luego se desinfla como un globo en los momentos en que si necesita ese carácter, como cuando le critica el señor Bhaer su manera de escribir a conciencia. Para mí es ahí donde pierde todo el crédito que se le podía dar en un principio respecto a este tema.

Si me llega a decir a mí de forma tan altiva lo que es literatura basura y lo que no, si que se iba a enterar el viejo ese.

Por otra parte aplaudo el matrimonio entre Laurie y Amy. Una de las cosas buenas que hace Jo, a mi parecer, es ser sincera con que solo le quiere como un amigo. Es más, se la ve totalmente incómoda ante la idea de que le pida matrimonio. Luego tardan en verse AÑOS. Estos crecen y evolucionan (unos más que otros) y en todo ese transcurso Laurie está con Amy. Los sentimientos van cambiando con el tiempo y las circunstancias. No porque nos guste una pareja deben permanecer estáticos en sus pensamientos mientras los días pasan porque no sería algo natural.

Es más, yo no pienso que Jo esté enamorada de Laurie al final. Creo que se siente sola porque ve como todos han ido avanzando en su vida menos ella (eso y que siente unos celos de la vida de Amy que se pueden notar a kilómetros. Si hubiera sido Beth la que se hubiera casado con Laurie estoy segura de que no hubiera habido tanto drama). Es más, se la ve tan angustiada con esa soledad que se casa con el primero que pasa por su puerta LITERALMENTE. Le hubiera dicho que si a Laurie como se lo dijo a este tipo que fue puesto a calzador totalmente.

Y por último, ese final con la revelación de quiero muchos niños y una escuela y todo lo demás, fue como poner el broche final a esa personalidad errante suya que la ha acompañado durante toda la obra.

Mi reacción ante tal sueño que se le vino porque sí a la mente. No me extraña que el resto se lo tomasen a cachondeo.

Con todo esto queda claro que el libro no es para mí (tal y como dicen aquellos que reciben novelas que no les gustan pero como les pagan por reseñarlas intentan disimular) supongo que, como me esperaba algo distinto a lo que me he encontrado, he acabado desencantándome por completo en el transcurso de su lectura. Espero sinceramente que ha vosotros os ocurra lo contrario y podáis disfrutar de sus líneas como la mayoría de las personas que han leído mujercitas.

Esto ha sido todo por hoy, lectores. Volveré próximamente con más novedades. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.

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