miércoles, 6 de marzo de 2019

Reseña: Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro

¡Hola de nuevo, lectores! Sé que he andado un poco desaparecida pero por aquí me tenéis de nuevo con una de mis últimas lecturas. Esta es la de “Nunca me abandones” (“Never let me go” en original) del autor Kazuo Ishiguro, a la que le he puesto 4 estrellas bien merecidas en Goodreads. Como siempre digo si queréis saber lo que me ha parecido en profundidad poneos cómodos porque ¡empezamos!



Bien pues, para empezar, comenzaré explicando el hecho de que este título llegó a mi conocimiento por pura casualidad. Estaba leyendo un tweet sobre novelas distópicas que podrían desarrollarse en el mundo actual, y la única que no conocía era esta así que me dio por buscarla y, como su contenido me resultó atrayente, fui a buscar un ejemplar a una librería cercana.

Fue gracioso pues no llegué a hacerme con él inmediatamente, ya que la dependienta me informó que lo acababan de comprar para regalármelo (crecer en villas pequeñas es lo que tiene).

Luego, yo que disimulo a lo Phoebe totalmente, imaginaos el show que armo para enterarme de quien fue sin que se me note que lo se todo (aclaración: nunca lo consigo).

Estropeada pues la sorpresa esperé por él y, en cuanto tuve un ratejo en un viaje largo, me lo leí casi del tirón.

Su argumento en general tiene una fórmula muy sencilla y eficaz. Un grupo de niños son criados en una especie de institución como si fuera un internado donde reciben clases, realizan trabajos creativos, etc. En este caso se trata de un centro denominado Hailsham, el cual, descubriremos después, es algo diferente a los de su estilo por diversos motivos.

En él podemos encontrarnos con nuestra protagonista Kath, y a sus amigos. Los más importantes serán Ruth y Tommy, pero hay unos cuantos por ahí que tienen su momento de protagonismo.

Todos ellos viven en Hailsham y crecen con normalidad como cualquier chico o chica de su edad, menos en ciertos aspectos que difieren de la ordinariez.

Para empezar sus profesores (o guardianes) les explican que, como son especiales, tienen que cuidar mucho cuerpo. Este punto es vital para ellos hasta el hecho de que los libros prohibidos en el recinto son aquellos en los que la gente fuma, bebe, etc. A los alumnos se les explica en todo momento que estos actos son muy perjudiciales y, como en el futuro van a realizar donaciones, deben de tener cuidado, una vez que salgan de allí, de no contraer enfermedades ni acercarse a esos vicios.

Sí, habéis leído bien. La palabra donaciones está redactada en el párrafo anterior. Los menores en todo momento saben que se les prepara para que en el futuro sean donantes de órganos. Ese es su fin en la vida para cuando crezcan lo suficiente. Estos harán extracciones regularmente hasta que “completen” como lo llaman ellos. Es decir, hasta que se mueran.

Yo andaba tal que así en el tren mientras iba descubriendo lo que les aguardaba.

Permitidme aquí frenar la trama general para exponer este tema en concreto con más detalle y hacer con ello que nadie se pierda.

El curso de vida de estos muchachos va dirigido de esta forma. Están en el colegio hasta que se gradúan. Luego van a las cottages, las cuales son unas casas en las que los agrupan para formarlos hasta que pasan a ser “cuidadores”. Estos cuidadores lo que hacen es tener donantes a su cargo e ir guiándolos en el proceso de las extracciones hasta que completan (osea que entre ellos mismos han de cuidarse). Eso es así hasta que reciben una carta de que deben convertirse en donantes y ahí es cuando ya cierran el ciclo.

Es decir, estos chicos conocen lo que van a hacer desde que tienen uso de razón. Crecen con ello. Luego ven como otros sufren lo que van a padecer ellos más tarde. Y lo ven completamente normal.

Por más que intentaba entender su punto de vista mi pensamiento siempre era el de: "Pero ¿estos chicos no se dan cuenta de que los quieren simplemente para hacerles picadillo? ¡Si lo están viendo con sus propios ojos! ¡Reaccionad ya!".

Esto es lo que más me ha chocado de todo este asunto, y por lo que creo que el libro es fascinante, ya que el autor nos enseña a través de los docentes el que el hecho de cómo contar las cosas ayuda mucho más que ocultarlas.

Como diría una de sus profesoras, la cual acaba fuera del cuadro debido a que se saltaba el protocolo al intentar abrir los ojos de sus pupilos; "No es lo que os cuentan, o lo que no os cuentan, sino la manera en lo que lo hacen” (no lo he citado literal pero ese era el contexto de su afirmación). Lo que ella nos quiere hacer ver es que los maestros tratan estos temas con naturalidad cuando el alumno es demasiado pequeño para asimilar las cosas, así van añadiendo información poco a poco, para que se vaya interiorizando y, gracias al aislamiento que sufren, puedan acabar viéndolo como lo más normal del mundo.

En todo el libro esperé sin éxito que alguno hiciese un Forrest yéndose de ahí como alma que lleva el diablo.

Este método es tan efectivo que, cuando alguien “completa” en la segunda extracción porque algo sale mal, o porque simplemente su cuerpo no lo aguanta, les afecta porque ha sido una especie de desperdicio. Para ellos el ser buen donante es algo positivo de lo que sentirse orgullosos.

Y con esto es con lo que llegamos al meollo de la trama, la cual no voy a destripar por completo para no fastidiaros el libro (o película que también la hay) por completo. Tan solo decir que temas tan profundos como la igualdad, las ayudas artificiales, y el manejo de los sentimientos ante la normalidad de esta situación, hacen que esta novela sea totalmente imprescindible en nuestras lecturas.

A mí por lo menos me ha encantado casi toda ella. Si he de dar una pincelada negativa no ahondaré en su redacción, de la que algunos lectores se quejan por ser algo errática. En este punto creo que es una buena exposición ya que luego va encajando todo como si de un puzzle se tratase. Mi peor impresión viene dada de la mano de su final, el cual me parece que tiene cosas un poco forzadas para poder cerrar su desenlace correctamente.

Fuera de esto el resto no tiene tacha, incluso mi crítica podría considerarse una mera anécdota, así que, si os gustan esta clase de distopías, o si sentís curiosidad por esta clase de temas, dadle una oportunidad a “Nunca me abandones”. Es una de esas historias que no se olvidan tan fácilmente.

Por mi parte nada más, lectores. Volveré con nuevas reseñas pronto. Hasta entonces sed buenos y leed mucho.

Se despide con cariño.

La bibliotecaria de Dunwich.

Empecé muy fuerte pero algunas casillas son complicadas. Espero que no me cueste terminarlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario