sábado, 15 de abril de 2017

Reseña especial: Por trece razones de Jay Asher (libro).

¡Hola de nuevo! Sé que prometí traeros para la próxima entrada la novela Sorry de Zoran Drvenkar, pero si me lo permitís, voy a dejarlo para la próxima para exponeros otra obra que está totalmente de actualidad en estos momentos, y que seguro que a estas alturas conoceréis todos por la omnipresencia que está teniendo en la red. Estoy hablando por supuesto, de Por trece razones de Jay Asher, pero yo me voy a centrar más en el libro, no en la serie que ha salido hace nada en Netflix.

Mis razones para abordar más la obra que la versión animada son principalmente, el desconocimiento de la misma de una manera un poco alarmante. Sé que esto puede parecer extraño, sobre todo si eres un lector que frecuenta algunos círculos literarios en internet, pero puedo asegurar que mi afirmación no carece de fundamento. Yo misma pude ver este problema al decirle a una persona que me estaba contando la historia, que la misma se había sacado de un libro titulado de la misma manera, y recibir a cambio la contestación de “No mujer, te habrás liado con otra historia, esta es una serie original de Netflix”.

En cuanto ocurrió esto, pensé que era un desconocimiento puntual por parte de una persona, pero la cosa fue a peor cuando, mirando alguna que otra reseña de la serie que he visto por algunas páginas bastante populares, en cuanto alguien en los comentarios mencionaban que esta estaba basada en un libro, los otros lectores, o incluso el propio autor del post soltaron frases del estilo “¡pues no tenía ni idea!”, así que vamos a apaliar un poco ese desconocimiento para aquellos que no conociesen la novela hablando un poquito de ella. ¡Comenzamos!.

Por trece razones de Jay Asher



He tenido que irme a Goodreads para saber que puntuación le había dado porque me lo leí hace acerca de dos años, y ya ni me acordaba de que nota le había puesto (resulta que cuando lo encontré ni si quiera lo había puntuado, así que le he dado tres estrellas que es más o menos el número que más se asemeja a lo que me pareció a mí en su día).

Esta obra llegó a mí gracias a varias recomendaciones que vi por internet en el que todas coincidían en que era una historia imprescindible de leer debido al tema principal que trataba en sus páginas: el bullying escolar. Así que visto las buenas críticas me lo compré, y me lo leí en cuestión de unos pocos días.

El argumento como todos conoceréis ya, es el de que un chico de instituto llamado Clay Jansen recibe un paquete lleno de cintas de casette en donde su compañera de clase Hannah Barker narra las trece razones que la han impulsado a suicidarse, implicando en cada uno de esos motivos a una persona diferente en donde por supuesto, está nuestro protagonista. Las reglas que expone Hannah al respecto son muy sencillas, aquel que recibe las cintas debe escucharlas y pasárselas posteriormente a la siguiente persona que aparezca detrás de él en las historias. Por su puesto, la chica ha pensado en todo, y por si acaso esto no ocurre, ha dejado dispuesto otro grupo de cintas en manos de una persona de confianza, para saber a ciencia cierta que todas llegan a su destinatario de una manera, u otra.


Entre este elenco de “culpables” figura toda clase de gente dispar. Mismamente Clay, que para que nos entendamos es un personaje masculino muy al estilo de John Green (lo es tanto que si a mí de aquella me cuentan la historia cambiando un poco a la protagonista haciéndola más “directa”, yo hubiera pensado que es otra obra de John Green titulada “las palabras de Hannah”, “conociendo a Hannah” o algo así). Para quien no sepa de que hablo os diré que esta clase de personajes se suelen caracterizar por ser unos chicos más o menos sensibles, bastante buenos en general, que no entran mucho en la categoría de los que llamaríamos los “populares”, pero tampoco sin llegar al extremo de llegar a ser unos marginados sociales, suelen tener su grupo reducido de amigos de la misma índole, y consiguen relacionarse a su manera, pasando más o menos por el instituto sin grandes problemas.

Este fue uno de los puntos por lo que, aunque creo que la novela tiene una trama muy beneficiosa en sus líneas, la cual consiste en enseñarnos algo que ocurre en las aulas todos los días, no me acabó de convencer del todo la historia, porque de verdad, si vas a hacer un libro de esta índole, al menos arriésgate a poner un protagonista un poco más… “realista”, dada la situación en que se encuentra.


En fin, dicho esto y siguiendo con el argumento, lo que Hannah quiere conseguir a través de enviar esas cintas, es exponerles a los propios causantes de su “infierno personal” por así decirlo, el motivo por el que fueron participes de su decisión. Esto me pareció muy interesante porque, al menos la impresión que me da, es que siempre que se trata el tema del bullying nos imaginamos a un matón de pocas luces que hace la vida imposible a aquel en el que ha fijado sus ataques. Pero no tiene que ser así necesariamente, cualquier persona haciendo algún comentario malicioso, riéndose de alguna burla ajena, o simplemente, el hecho de no hacer nada ante alguna injusticia o agresión, le está convirtiendo en un desencadenante que para él puede que no signifique nada, pero para la persona que lo sufre está ahí, y ese puede ser un motivo más por el que pensar que no podrá salir de ese pozo en lo que le queda de vida.

Así es al menos como se siente la protagonista. A lo largo de la trama vemos que los embustes, los egoísmos, rumores, etc. de los adolescentes, y no tan adolescentes, van haciendo empequeñecer a la pobre Hannah hasta el punto en que comienza a planear suicidarse. Esto lo explica muy bien ella misma en las cintas, dejándote ver como cada acción que graba en sus caras tiene una consecuencia fatal para ella, llevándola a pensar que no hay más salidas que la muerte.

El final como es de esperar, no es lo que se dice un camino de rosas. Clay el pobre está cada vez más desesperado al ir enterándose de la verdad de lo que le ocurrió a su amiga, haciéndole ver las cosas de una manera diferente no solo en este tema en concreto, sino en la vida en general.

Esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado este apunte improvisado, y que si tanto os está gustando la serie le deis una oportunidad al libro también, porque realmente merece la pena.

Se despide hasta la próxima.
La bibliotecaria de Dunwich.

Aporte extra: Sé que no he explicado el motivo por el que le he dado tres estrellas en goodreads como siempre suelo hacer en mis análisis, pero es que si daba, aunque fuera, algunas pistas (al margen del personaje de Clay que creo que su descripción no hace daño a nadie) os destriparía la trama, y ya sabéis que no me gusta hacer eso. Simplemente, para que comprendáis mi nota, a parte del protagonista masculino, hubo dos historias y media (vamos a decirlo así) que no me creí demasiado, viendo el rumbo de la trama en general. De ahí que el número de estrellas no sea más alto. Por el resto sigo manteniendo que es una buena historia que merece ser leída, así que no os eche para atrás mis críticas, y dadle una oportunidad. Veréis como a vosotros también os convence al menos tanto como a mí. ¡Sed buenos y hasta la próxima! 

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